16 de Marzo de 2.015
Itinerario:
Carretera de Lunada km. 6 – Alto de La Mota – Collado Bustalveinte
(1) – Montaña “El Veinte” – Cabañas de Bustalveinte (1) – Collado Bustalveinte (2)
– Cabañas de Bustalveinte (2) – Collado Bustalveinte (3) – Carretera puerto de
Lunada km. 10 (Cantabria) – Portillo de Lunada – Carretera de Lunada km. 6
Por el Valle de Bustalveinte.
Raúl y Javier
Ha vuelto a
nevar estos días atrás y queríamos disfrutar de los nuevos centímetros de nieve
reciente en el entorno de Lunada, al norte de la provincia de Burgos compartiendo
con Cantabria.
El
programa que traemos es el ya conocido de veces anteriores, pasando a la
vertiente Cántabra, para realizar bonitos descensos desde las montañas El Veinte
y Pizarras en la Sierra
de La Vaga. Pero
una cosa son las intenciones y otra lo que sobre la marcha vayamos desarrollando.
En
el blog hay un par de enlaces sobre esta ruta que hoy tenemos prevista, que si se desea se
pueden ver pinchando sobre “125. Bustalveinte y Pizarras,
(Lunada - Asón)” y “198. El
Veinte - Pizarras”.
Después
de pasado Espinosa de los Monteros llegamos hasta el desvío a la estación de
esquí de Lunada. Nos quedamos en el cruce pues en este tramo
de acceso a la estación no ha pasado la máquina para poder seguir con el coche
hasta el aparcamiento de la estación. La máquina sí que ha pasado y limpiado hasta el cruce
con la pista que sube al Picón del Fraile, pero no sabemos si por allí
podríamos maniobrar el coche para dar la vuelta. Así que no lo pensamos más y
vamos a iniciar la ruta desde este punto en el que dejamos orillado el coche
como buenamente hemos podido (alt.1204 m).
Toda
la montaña y los campos de nieve están espectaculares y mientras avanzamos
podemos ir disfrutando de las bonitas panorámicas que nos ofrece este entorno a
pesar de que el cielo se encuentra un poco brumoso. Avanzamos hacia el cruce
del desvío al acuartelamiento militar del Picón del Fraile continuando en
ascenso hasta el Alto de la Mota
(1617 m).
Esta montaña nos recibe con ambiente un tanto desagradable. La hemos ascendido
sin viento apreciable y sobre buena nieve, pensando que tendríamos similares
condiciones hacia la vertiente opuesta. Pero las condiciones son totalmente
contrarias. Soportamos unas fortísimas rachas de viento frío y la ladera de
bajada no nos ofrece la nieve esperada. Se halla venteada y su primera parte
presenta hielo irregular de complicado descenso con los esquís. Evitamos
riesgos y nos colocamos crampones para bajar con garantías este tramo de
descenso de unos 200
metros de desnivel hasta el collado de Bustalveinte (1432 m).
En
el collado se mantienen las fuertes rachas de viento y ya con los esquís
seguimos en ascenso hacia la montaña El Veinte (1507 m). En ella hacemos una
transición rápida para perder altura esquiando hacia el valle de Bustalveinte
esperando que el viento amaine. Están apareciendo nieblas que llegan del Sur
empujadas por el fuerte viento y empiezan a cubrir las partes superiores de las
montañas del Pico de la Miel
y Castro Valnera. Raúl me manifiesta que las condiciones ambientales no son
favorables para disfrutar. El viento helador y las temidas nieblas, que caso de que lleguen a invadir el valle por donde pretendemos seguir podrían atraparnos y
encerrarnos, le traen a la mente alguna mala experiencia del pasado haciéndole pensar que lo mejor sería darnos la vuelta. Yo trato de
animarle pues conocemos bien estos suaves valles y el GPS nos podría ayudar en
caso de que la situación fuese a peor. Por otra parte, tengo confianza en las
previsiones que daban para hoy una jornada soleada, con lo que tarde o temprano
el sol debería imperar en estas montañas.
Con
mis planteamientos Raúl toma algo de confianza y seguimos esquiando las suaves
laderas del valle sobre una nieve en perfectas condiciones gozando de un
soberbio descenso de unos 250
metros de desnivel hasta detenernos cuando así lo consideramos
conveniente (1249 m).
Raúl ha disfrutado y ya no se encuentra tan pesimista. Pero no vamos a seguir
con el plan inicial de llegar al pico Pizarras. Colocamos pieles de foca para ascender de nuevo al collado. Sobre la marcha y según veamos cómo evoluciona
el tiempo decidiremos lo que vayamos a hacer.
Llegamos al collado Bustalveinte deteniéndonos junto a unas piedras buscando
el abrigo del viento que ya no es tan fuerte como en la primera vez que
pasábamos por aquí. Las nieblas tampoco son tan amenazantes y no pasan de la
barrera del Picón del Freile. El valle se mantiene limpio de nube con perfecta
visibilidad. Es cuestión de aprovechar estas condiciones de buena nieve, buenas
pendientes y magnífico entorno. De esta manera nos animamos a realizar un
segundo descenso y esquiando a placer bajamos hasta las cabañas de Bustalveinte
(1.161 m).
Descansamos
unos minutos sin que moleste el viento y colocamos pieles de foca para subir nuevamente al collado Bustalveinte. Enlazamos con la trazada anterior por
debajo de los contrafuertes del Picón del Freile y en unos 45’ ganamos los 300 metros de desnivel situándonos
por tercera vez en el collado Bustalveinte (1.451 m).
Las
condiciones meteorológicas han mejorado considerablemente. Apenas hay viento y
las nieblas sobre la montaña están desapareciendo. Nos ponemos de acuerdo y
vamos a seguir aprovechando el día esquiando ahora hacia el valle del río Miera
también en la vertiente Cántabra. En el descenso cruzamos el trazado de la
carretera del portillo de Lunada y aún seguimos bajando hasta volver a encontrarnos
por segunda vez con la carretera (1.107 m). Han sido 350 metros de desnivel
sobre nieve que conforme íbamos perdiendo altura también perdía calidad. En
esta orientación Oeste el sol pega fuerte a estas horas de la tarde y la nieve se encuentra muy transformada. Pero
ha estado bien este último descenso que nos hemos regalado. Descansamos unos minutos
mientras disfrutamos del paisaje del valle observando que la nieve llega hasta
muy abajo, quizá hasta los 700
metros o posiblemente más.
Ahora
sí hay que pensar en recuperar buena parte de los metros que hemos esquiado
pues hay que subir hasta el Portillo de Lunada siguiendo el trazado de la
propia carretera. Trazado largo y muy entretenido, espectacular, de casi 4 kms de recorrido para los
poco más de 200 metros
de desnivel en los que llegamos a emplear hora y media. Desde el Portillo de
Lunada (1.316 m)
ya solo nos queda descender esquiando las suaves laderas que nos conducen al
cruce de la carretera del puerto con el desvío a la estación de esquí de Lunada,
donde horas antes habíamos comenzado la actividad.
Tiempo total dedicado a la ruta: 8,00’ horas.
Desnivel acumulado de subida: unos 1213 metros
Total desplazamiento: 16 kms
Climatología: Predominio despejado
intentando entrar algunas nieblas. Temperatura fría. Mucho viento especialmente
en las cumbres tendiendo a amainar.
Plano y croquis del recorrido y descensos.
Veamos
el reportaje gráfico de la ruta del día.
Salimos desde el cruce de la
carretera de Lunada con el desvío que llega al aparcamiento de la estación de
esquí cuyo tramo está sin pasar la quitanieves.
Nos dirigimos hacia la cota de La Mota con la intención de
bajar luego esquiando al collado Bustalveinte en la vertiente opuesta.
Ascendiendo hacia La Mota observamos un panorama
lleno de nieve en todo el entorno de Lunada. El cielo no está totalmente limpio
y se ve un tanto brumoso.
Hemos llegado a la cota de La Mota que nos recibe con
fuertes rachas de viento y mucho frío. Pretendemos descender inmediatamente hacia la vertiente
Norte y si es posible, esquiando.
El inicio de la pendiente no lo
vemos bien para descender esquiando pues la superficie de nieve está venteada y
con hielo irregular. Evitamos riesgos y nos colocamos crampones para bajar con
garantías este tramo de descenso de unos 200 metros de desnivel
hasta el collado de Bustalveinte.
En la foto: Centro: Collado Bustalveinte -. Izquierda: Valle de Rio Miera, Carretera Lunada (Cantabria) - Derecha: Valle de Bustalveinte.
Haremos dos descensos por el Valle de Bustalveinte y finalizaremos con descenso hacia Valle de Río Miera.
En la foto: Centro: Collado Bustalveinte -. Izquierda: Valle de Rio Miera, Carretera Lunada (Cantabria) - Derecha: Valle de Bustalveinte.
Haremos dos descensos por el Valle de Bustalveinte y finalizaremos con descenso hacia Valle de Río Miera.
Desde el collado de Bustalveinte,
una mirada hacia la ladera Norte de La
Mota que acabamos de descender.
Aspecto de las montañas del Alto
Miera en la vertiente Cántabra con el Alto de Las Corvas, Pico de La Miel y CastroValnera.
Raúl en la cota de la montaña El
Veinte. Sigue haciendo mucho viento y frío y no nos entretenemos más que lo
imprescindible para la transición y descenso hacia el valle de Bustalveinte.
Esquiando el valle de Bustalveinte bajo
las espectaculares paredes que descuelgan del Picón del Fraile.
Nos han sorprendido las condiciones
climatológicas que hemos encontrado en las partes superiores. Mucho viento, frío y nieblas que
amenazaban con llegar a estos valles pero que por lo que vemos, de momento no aparecen por aquí. Sin embargo no vamos a arriesgar un retorno incierto y no
bajamos todo lo que se hubiera podido. Paramos después de haber esquiado 250 metros de desnivel y colocamos pieles para ascender de nuevo hasta el collado de Bustalveinte.
Parece que las condiciones
meteorológicas no van a peor. Ha amainado algo el viento y las nieblas se
mantienen a distancia. Nos detenemos junto a estas piedras desde donde
efectuaremos un segundo descenso por el mismo valle de Bustalveinte.
Llegamos hasta esta cabaña, más
abajo que en el primer descenso. Nos detenemos un ratillo, reponemos energías y nuevamente hacia el collado.
Hemos enlazado con las huellas de
la primera subida. Estas son las marcas que cada uno de nosotros habíamos dejado en la
superficie cuando marchábamos en paralelo en amigable conversación.
Y bueno. Dejamos ya el valle de
Bustalveinte y descendemos esquiando hacia el valle del Río Miera por donde
transcurre la carretera a Lunada en su vertiente Cántabra.
Hemos llegado hasta aquí y no
queremos desaprovechar tanto volumen de nieve que llega hasta el fondo del
valle. Vamos a seguir un poco más hasta el siguiente encuentro con la carretera.
La nieve ya se encuentra bastante
pesada, muy transformada por la acción del sol y el calor. Cuesta trabajo
manejarla.
Podríamos seguir bajando más pero
decidimos que en estas condiciones de calidad de nieve quizá no merezca la
pena. Estamos casi junto al Km. 10 de la carretera del puerto.
Hoy no ha habido foto de cumbre. La
testimonial de la jornada la tomamos en la carretera de Lunada (Cantabria), en
el punto más bajo al que hemos llegado con los esquís.
Colocamos pieles de foca y seguimos
por el trazado de la carretera hasta lo alto del Portillo de Lunada. Será un recorrido
largo y entretenido, de casi 4 kms. y poco más de 200 mts de desnivel.
Llegamos donde en el descenso hemos
cruzado por primera vez la carretera esquiando. Ahí vemos las huellas testimoniales.
Hacia arriba…
Este corto tramo de acumulación de nieve sobre la carretera nos impresiona un
poco. Es muy inclinado y podríamos irnos con la nieve hacia abajo. Lo pasamos
abriendo huella con los esquís al hombro utilizando también el piolet para mayor seguridad y bastón de apoyo.
Han quedado cielos limpios de
nieblas y viento calmado. Por nuestra parte hemos vencido los temores que nos
querían hacer regresar antes de tiempo sin haber disfrutado lo que ha dado de sí
esta bonita jornada esquiona.
Hola Javi ,q bien quedo la ruta verdad
ResponderEliminarTenias q dejar en el texto q la bajada final fue empujón mío
No siempre uno es el frena.
Y palas suaves es cierto, muy suaves,pero están entre cortados y accesos exigentes no aptos con niebla.
Nuestros maestros de la cordi siempre lo han recomendado y por experiencia no entrar con niebla y mal tiempo
Raúl
Bonitas esquiadas. Sí señor.
EliminarEstos entornos por donde hemos desarrollado nuestra actividad son mágicos y no demasiado frecuentados, quizá por los accesos que seleccionan un poco a los aficionados.
Estando en la montaña nos pueden surgir dudas como fué en esta ocasión, pero por mi parte creo que lo tenía suficientemente controlado. Había que animar un poco para no abandonar a las primeras de cambio.
La bajada final (los metros finales del valle), sí que fué iniciativa tuya y si te dejo, hubiéramos seguido... quién sabe hasta donde.
Nos vemos en la próxima,
Javi
Hola Javi !
ResponderEliminarVaya panorámicas más espectaculares que os brindó las montañas del entorno de Lunada.
Que bien hicisteis en vencer los temores iniciales ya que el día mejoró ostensiblemente y conseguisteis una jornada envidiable de esquís de travesía.
Que bueno estas últimas borrascas que han recubierto de nuevo los montes de la cantábrica.
Este año tenemos nieve para rato.
Seguro que vosotros conseguís sacarle buen provecho.
Un abrazo:
Kike
Qué tal Kike.
EliminarSalvo cuando llegamos a La Mota y luego pasamos por el collado hasta El Veinte, lo demás fué fenomenal y bien aprovechado. Con el fuerte viento muy frío y el temor a que la niebla pudiera invadir el valle, tuvimos dudas sobre si continuar o retirarnos a tiempo. Acertamos en la decisión de aguantar y las dudas se desvanecieron pues el día fué mejorando y terminamos muy satisfechos como así intento reflejar en la entrada.
Sí es cierto que este año tenemos nieve en abundancia, pero también estamos viendo que muchos días no se pueden aprovechar por meteo adversa. Así que seguiremos intentando cuando ésta nos sea favorable.
Un abrazo,
Javi