domingo, 27 de febrero de 2011

50 – Hacia el pico Gildar. Entre nubes, lluvia y falta de nieve.

“Paseo con esquís” realizado en fecha 26 de Febrero de 2.011

Saliendo desde el puerto de Panderrueda (1.463m) la ruta desciende ligeramente para seguir el valle del nacimiento del río Cares. Remonta el valle natural hasta alcanzar el pico Gildar (2.078m).

No completamos la ruta debido al mal tiempo y falta de nieve.


Chus, Ana y Claudio de Cantabria. Rodri y Ange de Guadalajara y Toledo. Javier de Asturias. Raúl, Natalia y Javier (yo mismo) de Burgos.

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Panderrueda. Carretera que une Riaño con Cangas de Onís por el puerto de Pontón. De sus inmediaciones sale enlace hacia el Este que llega hasta Posada de Valdeón. Puerto de Panderrueda km. 4,5.

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La previsión meteorológica que hemos estado siguiendo parecía que nos permitiría un aceptable paseo por la sierra de Cebolleda en el parque Regional de los Picos de Europa, al Norte de la provincia de León. A las 10 de la mañana ya estábamos en el puerto de Panderrueda (1463m) los 9 amigos dispuestos a intentarlo. Sin embargo la nubosidad cubría toda la montaña. Pero con las buenas ganas que todos traíamos nos animamos a iniciar la ruta. Falta nieve en el puerto y también por donde alcanzamos a ver hacia donde se desarrollará la actividad. Cargamos con los esquís sobre las mochilas. Descendemos por la pista hasta el puente del Cares. Nos engaña un tramo de unos 700 metros con nieve por el que nos deslizamos con los esquís. Hay que quitarlos de nuevo para volverlos a colocar cuando nos situamos junto al puente. Seguimos con ellos convencidos de que ya dispondríamos de continuidad de nieve entre el bosque. Pero ni por esas. Se suceden tramos de corros de nieve y suelo de hojarasca por donde no pasa nada si seguimos pisando sobre ella sin dañar las pieles de foca. Cruzamos arroyos. Quitamos, ponemos, quitamos, volvemos a poner los esquís y así sucesivamente sin que la situación mejore. La nubosidad no se conforma en quedarse tal cual y desprende humedad, fina lluvia que nos va calando. Pero nosotros impertérritos seguimos para arriba sin que los inconvenientes nos hagan renunciar, de momento. Llegamos hasta la cabaña del valle. En ella nos refugiamos un largo rato. Intentamos ponernos de acuerdo sobre si vale la pena continuar a pesar de las malas condiciones o si darnos por vencidos visto el desalentador panorama. Hay división de voluntades. Un grupo decide seguir hacia arriba. Otros lo dejaremos para mejor ocasión. Los que pese a todo se animan a seguir, llegan hasta las proximidades del pico Gildar dándose por satisfechos poco antes de alcanzar la cumbre. Los que sin más nos volvemos hacia abajo, poco, muy poco podemos deslizarnos con los esquís. Gran parte del desplazamiento hasta el punto de partida lo hacemos con los esquís sobre las mochilas soportando al mismo tiempo la humedad y la llovizna. El grupo más aventurero llegará más tarde con mayor humedad sobre las vestimentas. Mal día para hacer esquí de travesía. Lluvia. Falta de nieve... Prometemos volver en otra ocasión pero que sea con mayores garantías de éxito.


Plano con el recorrido previsto.

Cartografía y referencias tomados del servicio IGN.


A continuación sigue el recuerdo testimonial de esta jornada.

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En el Puerto de Panderrueda. Dispuestos a iniciar la marcha con mejores ánimos de los que nos ofrece el ambiente.


Cargando con los esquís confiamos que pronto dispondremos de continuidad de nieve.


A los 15 minutos nos las prometemos felices…


Y nos deslizamos por la poca nieve que aún queda sobre la pista que desciende hacia el valle alto del Cares.


Poco nos dura la esperanzadora alegría. De nuevo cargamos con los esquís.


El valle por donde tenemos que continuar la ruta tampoco es que nos ofrezca mucho entusiasmo.


Llegamos hasta el puente sobre el Cares. De nuevo podemos colocarnos los esquís.


Pero que no. Que hoy no es un día para poder ir con los esquís como se debiera.


Cruzar arroyos. Falta de nieve. Portear esquís. Nubosidad. Niebla. Llovizna. Se acumulan muchos ingredientes negativos para lo que esperábamos debiera ser una menos que agradable jornada de montaña.


Y a dónde quiere llegar este entusiasta grupo de montañeros ¿.?


Chus tiene serias dudas…


Continuamos un poco más, a ver…


Es que luego tendremos que volver. Y si pensábamos bajar esquiando… Por aquí un poco mal!.


El grupo parece que se amotina…Le cuesta reaccionar...


Pues nada!. Ya que estamos aquí, vamos a seguir un poquito más. Parece que por ahí arriba hay un poco más de nieve…


Ana nos hace un alarde de demostración con su puente de esquís.


Siguen las dudas. Apesadumbrados...


Indecisos…


Llegamos a la cabaña. Nos cobijamos dentro de ella y seguimos dilucidando sobre la decisión a tomar.


No es que sea muy cómodo y espacioso este alojamiento. Pero al menos aquí no nos mojamos mientras tomamos un “tente-en-pié”. Camarerooo!!!

Aparecen en la foto: Ana, Chus, Raúl, detrás con casco negro es Ange, Javier (de Asturias) está detrás de Claudio, Natalia y Rodri. Yo me resisto y no salgo en la foto.


Ya está tomada la decisión!. Una parte del grupo ha decidido continuar un poquito más hacia arriba. Hasta que se les agote la paciencia que aún les queda.


Y otros nos hemos dado ya por vencidos dejando el pico Gildar para otra mejor ocasión…


Muy poquitos y cortos tramos son los que se pueden aprovechar para deslizarnos con los esquís. Cargamos con ellos durante gran parte del recorrido de vuelta.

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El grupo de amigos que había seguido hacia arriba se dio la vuelta a muy poca distancia de coronar el pico Gildar. Y eso sí. Terminaron bastante más mojados que los que renunciamos antes que ellos. Pero al parecer, el sentido general de todos no es de gran desánimo. Otra vez más y esperemos que mejor.

lunes, 21 de febrero de 2011

49 – Punta Chornaleras ó Pico del puerto de Ordiso.

Actividad realizada en fecha 20 de Febrero de 2.011


Ascensión a la Punta Chornaleras (2.615m), (también Pico del Puerto de Ordiso) en el Pirineo de Huesca. Saliendo desde la Salguata Baja (1.227m) en las inmediaciones de Panticosa, la ruta sigue por la pista en dirección Sur y luego Este remontando el valle del río Ripera hasta la confluencia con el barranco de Laulot. Se sigue por este nuevo valle hacia el Este remontando el “Cuello de Yenefrito”. Luego por la Mallata Alta de Yenefrito sigue remontando el arroyo de Laulot que pronto hace un giro hacia el Sur. Bajo las laderas del Pico Mallaruego se bordea este pico por el Sur y siguiendo dirección Este se alcanza el Puerto de Ordiso (2.555m). Desde aquí, una “dócil” ladera de nieve nos lleva a remontar la Punta de Chornaleras. (2.615m). El regreso por el mismo itinerario de subida.


Juan Carlos Gorbea “Gorbi” y Javier.


La ruta que hacemos este fin de semana nos lleva hasta la Punta Chornaleras (2.615m) situada al Sur del Puerto de Ordiso (2.555m). Resulta ser una ruta atractiva por el muy tranquilo valle de Laulot. Pero también es bastante exigente dado que hay que salir desde la Salguata Baja (1.227m) en las inmediaciones de Panticosa donde tenemos que dejar el coche. De ahí seguimos por una pista que nos ofrece una entrecortada continuidad de nieve. De esta forma, porteamos los esquís sobre la mochila buena parte del recorrido hasta donde la pista confluye con el barranco que baja de Yenefrito (1.491m). La lluvia nos atrapa en el camino antes de llegar a la cabaña de la Ripera donde pensamos cobijarnos para pasar la noche. A nosotros nos gusta de vez en cuando sentir las particulares sensaciones de pasar la noche en la montaña y no parece importarnos demasiado las incomodidades del cobijo que ofrecen estas cabañas carentes de todo tipo de comodidad. Esto nos exige portear más peso y volumen sobre las mochilas pero asumimos el esfuerzo añadido que a nosotros nos compensa porque nos apetece. Madrugamos al día siguiente y retrocedemos para remontar el barranco de Laulot hasta situarnos en el collado de Yenefrito (1.809m). Hasta este collado descuelgan las laderas del atractivo pico de las Escuelas que ya hemos ascendido en una ocasión anterior. Frente a nosotros y hacia el Este contemplamos el primer tramo del valle alto de Laulot con los picos de Ferreras que vemos en el extremo. Pasamos junto a la cabaña de la Mallata Alta de Yenefrito y seguimos hasta llegar a la parte más atractiva del valle que es cuando éste gira hacia el Sur. Se halla muy cargado de nieve. Una nieve que nos exige abrir huella profunda que poco a poco nos irá desgastando físicamente. Nos vemos obligados a intercambiarnos los dos compañeros en abrir esta huella y así mientras uno se esfuerza, el otro se recupera para luego dar el necesario relevo. Pero la belleza del valle y el entorno que contemplamos nos distrae gratamente haciendo mucho más llevadero el esfuerzo y el desgaste físico. A la derecha de nuestra marcha caen las laderas del pico de las Escuelas. A la izquierda se encuentra el pico Mallaruego que más arriba iremos bordeando cuando tomamos dirección Este hacia el puerto de Ordiso. También va asomando poco a poco hacia el Sur el cresterío de la Sierra de Tendeñera. Alcanzamos el puerto de Ordiso (2.555m) y desde él una corta y cómoda pala de nieve nos lleva a la cumbre que venimos buscando, la Punta Chornaleras (2.615m). Desde este magnífico mirador tenemos unas espléndidas panorámicas que nos deleita durante largos minutos intentando por nuestra parte identificar numerosos picos y cumbres a los que alcanza nuestra vista. Tras la buena ración de este espectáculo y con las buenas sensaciones que siempre nos ofrece encontrarnos sobre una destacada cumbre, emprendemos el descenso por el mismo itinerario de subida. Salvo la primera parte del descenso en que encontramos una nieve polvo muy manejable, luego poco a poco conforme vamos perdiendo altura, la nieve se nos va presentando además de profunda, costrosa. De esta forma, intentar hacer giros resulta muy trabajoso y también muy peligroso. Bajamos sufriendo más que disfrutando. Así que cuando llegamos a la Mallata Alta de Yenefrito nos quitamos los esquís y seguimos con ellos cargados sobre la mochila ya hasta abajo y hasta el final de la ruta a la que hemos dedicado un excesivo número de horas. El desnivel de subida han sido casi 1.400 metros.


Plano con el recorrido.

Cartografía y referencias tomados del servicio IGN.


Así comenzamos la actividad de este fin de semana. La nieve se encuentra alta y hemos de cargar con los esquís durante gran parte de la pista hasta enlazar con el valle que baja de Yenefrito.


Más de una hora de pista hasta la intersección con el valle de Yenefrito que abre hacia la izquierda. De frente sigue el valle principal de la Ripera hacia Tendeñera.


Había comenzado a llover y hemos llegado hasta esta cabaña donde pasaremos la noche.


El valle de Ripera y el Rincón del Verde bajo las paredes escarpadas de Tendeñera.


Hacia la izquierda el valle por donde hemos venido. Por arriba se encuentra la Punta de Piniecho.


El día siguiente amanece totalmente despejado. Ya dispuestos a comenzar la ruta hacia el valle de Laulot.


Entramos por la derecha para subir al Cuello de Yenefrito. Por la izquierda la pista que baja hacia Panticosa.


Había tramos sin nieve. Así que cargamos con los esquís hasta pillar la continuidad de la misma. Al fondo el Cuello de Yenefrito y a la izquierda la punta de roca “Dedo de Yenefrito”.


Ya nos encontramos en el Collado de Yenefrito.


Más adelante pasamos por la Mallata Alta de Yenefrito donde se encuentra esta cabaña.


Seguimos la ruta coincidiendo con huellas que se dirigían hacia el ibón de Catieras que se encuentra a la izquierda debajo del pico Ferreras.


El valle de Laulot gira hacia el Sur.


Este es el mágico valle de Laulot. Una maravilla, un privilegio.


Remontamos por la izquierda hacia la parte superior de esas paredes rocosas.

(Fotografía propiedad de Carlos).


Sucesión de zetas en la subida desde el fondo del valle.


La expresión de Carlos refleja su gran satisfacción por lo emotivo del valle.


Continuamos la progresión ascendente tras breves paradas de recuperación en el esfuerzo que nos supone abrir la profunda huella.


A punto de situarnos sobre la parte superior de las paredes rocosas que veíamos desde abajo.


Qué bonitas estas laderas que descuelgan del pico de las Escuelas en la otra parte del valle.


Carlos me ha tomado esta foto con Tendeñera de fondo.


Hay que seguir remontando estas pendientes de nieve que tenemos de frente.

(fotografía propiedad de Carlos)


La huella que tenemos que ir abriendo nos va desgastando físicamente. Entre los dos vamos alternando el esfuerzo que supone ir primero.


Otro de los breves descansos cuando ya tenemos a la vista el Puerto de Ordiso y la Punta de Chornaleras o Pico del Puerto de Ordiso. A la izquierda el pico de Mallaruego.


Seguimos la marcha mientras que por atrás tenemos la bonita estampa del pico de las Escuelas.


El Puerto de Ordiso ya casi a nuestro alcance.


Últimos metros para situarnos sobre el Puerto de Ordiso.


Ya superado el Puerto de Ordiso. Enfrente el Pico de Mallaruego.


Homogénea pala de nieve para llegar a la Punta de Chornaleras.


Los dos amigos Javier y Carlos en la cima de la Punta de Chornaleras o Pico del Puerto de Ordiso.


Un repaso a algunas de las cumbres que alcanzamos a ver. Hacia el Sureste la Peña Otal (o Arañonera) sobre el valle de Otal.


Hacia el Este Pico Taillón y Monte Perdido.


Hacia el Norte, Pico Mallaruego y Pico Ferreras.


Noroeste con los picos de Argualas, Garmo Negro y los Infiernos.


Al Oeste el Pico de las Escuelas.


Y hacia el Sur la Sierra de Tendeñera.

Emprendemos el descenso disfrutando en la parte superior de una nieve polvo. Pero conforme vamos perdiendo altura la nieve se torna más complicada para girar. Los esquís se hunden en la nieve profunda con la capa superior helada que impide giremos no sin extraordinario esfuerzo. Nieve en estado peligroso que puede provocar como poco esguinces de rodillas.


Vamos haciendo lo que podemos para seguir perdiendo desnivel intentando salir lo más airosos posible en esta situación con nieve tan delicada.


Cuando llegamos a la cabaña de Yenefrito nos quitamos ya los esquís cargándolos a la mochila. Es la opción más segura mientras podemos aprovecharnos de las huellas que parecen ser de un numeroso grupo de personas.


El barranco de Yenefrito. Da pena desaprovechar toda esa nieve por donde deberíamos descender con los esquís. A la derecha el “Dedo de Yenefrito”.


Se nos ha hecho tarde. Completamos el recorrido por la pista a oscuras.


Y finalizamos un poco exhaustos por la “paliza” que le hemos pegado al cuerpo. Pero como dice Carlos: “… pero contentos”.