miércoles, 21 de mayo de 2014

214 – Porracolina – Carrío. (Collados de Asón - Cantabria)



Visitamos el Parque Natural de los Collados del Asón donde realizamos una larga y bonita ruta prácticamente circular partiendo de la localidad de Asón. Recorremos los barrancos de Rolacías y de Colina y ya de paso nos traemos para casa la ascensión a las cumbres Porracolina y Carrío.

Ruta realizada: Domingo 18 de Mayo de 2.014

Itinerario:
Asón – Barranco de Rolacias – Collado de la Mina – Porracolina – Collado de la Mina – La Madera – El Senderón – Alto Carrío – Alto La Porra – Collado de Sota – Barranco de Colina – Cabañas del Chumino – Barranco de Rolacías – Asón.



                                                         Porracolina nos muestra su vertiente Sur.

Elías y Javier.


            Dejamos aparcado el coche en las inmediaciones de la localidad de Asón (Cantabria)  tras descender el Portillo de la Sía y Collado del Asón.
            La ruta comienza cruzando el puente (229mts) sobre el río Asón desde donde ya seguimos la senda que remonta el barranco de Rolacías. Pasamos junto a unas primeras viviendas donde nos “saludan” muy efusivamente unos nerviosos canes en su afán de ahuyentar a cualquiera que ose pasar cerca de las propiedades de sus amos. La entretenida senda no presenta serias dudas para seguirla. En su primer tramo discurre prácticamente al lado del ahora seco lecho del torrente el cual cruza en algunas ocasiones para dejarle definitivamente a la izquierda sin separarse de él en exceso. Sobre la marcha también podemos fijarnos en la vegetación arbórea en la que se entremezclan variedad de ejemplares entre los que cabe destacar nogales, alisos, castaños, avellanos, fresnos. Más adelante las masas boscosas con predominio de hayas y robles nos ofrecen su agradecida sombra en este día caluroso.
            Llegando a las inmediaciones de la confluencia de los barrancos de Rolacías y de Colina podemos ver en la ladera opuesta de nuestra marcha las cabañas del Chumino con sus praderas parceladas. Sobre el camino, un mojón bien visible de piedras también parece señalar divisoria de sendas. Nosotros decidimos seguir por la que continúa por la derecha y que sigue el barranco de Rolacías hacia el Alto de la Mina. El barranco de Colina será por el que regresemos una vez hayamos completado las ascensiones que traemos en mente.
            Sobrepasadas algunas cabañas en estado de abandono, la senda deja el bosque alzándose por la ladera para superar una prominencia rocosa que separa dos vaguadas las cuales confluyen más arriba en el grupo de cabañas de Sotombo igualmente en evidente ruina. Está claro que estos valles tuvieron mucha actividad ganadera en tiempos no tan lejanos siendo una lástima que en la actualidad se vea mermada o perdida aquélla forma de vida rural, aunque hay que comprender también que de significada dureza.
            Tanto el terreno por el que avanzamos así como las laderas del entorno nos ofrecen una gran vistosidad resultando de esta manera mucho más amena y agradecida la exigente subida, no en vano son más de 1.000 metros de desnivel los que nos vemos obligados a superar desde donde hemos comenzado la ruta hasta el collado del Alto de la Mina (1.273mts). Situados sobre el collado tenemos muy al alcance el primer objetivo de la ruta. El Porracolina se encuentra a “tiro de piedra” 150 metros por encima y no nos resistimos a esperar más tiempo para situarnos sobre su cumbre a la que accedemos siguiendo una ligera senda que salva la pendiente por su ladera Sur.
            Un sencillo buzón nos recibe en la cumbre de Porracolina (1.414mts). Disfrutamos el momento con  las panorámicas que tenemos a nuestro alcance, llamándonos poderosamente la atención los verdes valles con sus atractivos relieves que se extienden parte abajo de la montaña. La bruma del horizonte nos impide ver hacia el Norte con mejor detalle la costa del Cantábrico, pero sí que podemos identificar la ubicación de Santander. Más claramente reconocemos hacia el Sur Castro Valnera y Picón del Fraile, así como las más cercanas cumbres de Colina y Carrío, esta última que también entra en los objetivos de nuestra ruta de hoy.
            Nos desplazamos hacia el inmediato extremo Oeste de la montaña para pisar sobre la cumbre secundaria con una altura ligeramente inferior (1.405mts) desde donde tenemos mejor visión sobre los valles de Miera. Ya con esto, regresamos de nuevo al collado del Alto de la Mina para continuar con el itinerario que más adelante nos llevará a coronar el Alto de Carrío. Para ello seguimos el cordal de cumbres y sus respectivos collados pasando por los Altos de la Madera (1.356mts y 1.359mts), el Senderón (1.337mts) y el collado de Sota (1.276mts) previo al Carrío. Elías no se siente animado y me deja a mi suerte en la subida a ésta última cumbre.
            Desde el Alto de Carrío (1.435mts) tengo una destacada panorámica incluyendo el Picón del Fraile donde se hallan las instalaciones de vigilancia aérea, Sierra la Vaga con sus montes Veinte y Pizarras y el valle colgado de Bustalveinte, lugares por donde en inviernos pasados nos hemos movido varias veces con los esquís de travesía.
            Para continuar y finalizar las ascensiones de este día tengo alguna duda. Por una parte me apetecería ascender el cercano monte Colina (1.441mts). Pero quizá sea entretenerme demasiado teniendo en cuenta que Elías está esperando junto a las cabañas de Sota. Como segunda opción, se me ocurre desviarme hacia la cota que en el plano veo referenciada como La Porra y que se encuentra al Oeste de la Torca del Embudo. Desciendo del Alto Carrío por su ladera Oeste y en poco tiempo me sitúo en la citada elevación de La Porra (1.248mts). No me entretengo y cierro esta corta extensión dirigiéndome al collado de Sota por la ladera Norte de Carrío para desde ahí descender al encuentro con Elías a quien he hecho esperar (y descansar) algo más de una hora.
            Nos queda ahora un largo y entretenido descenso por el barranco de Colina. Intentamos seguir una senda auxiliada con algunos jitos. Pero al tener poco uso, dicha senda a veces se presenta desdibujada y hay un momento en el que nos despistamos y llegamos a perderla. Rectificamos a tiempo localizándola nuevamente antes de enriscarnos por los cortados de roca. Es muy importante seguir la senda (o en su caso los jitos), que discurre por una u otra parte del lecho del torrente. No obstante, hasta llegar a las cabañas del Chumino y enlazar posteriormente con el barranco de Rolacías y su correspondiente senda por la que subíamos a primera hora, disfrutamos del descenso pues se suceden pasajes realmente atractivos y vistosos. Aparte de dicha vistosidad observamos un hecho ligeramente negativo que también nos llama la atención. Son las superficies quemadas en las laderas que afortunadamente no afecta a los bosques. Unas quemas claramente recientes e intencionadas.
            Una vez que hemos enlazado con la senda del barranco de Rolacías ya solo queda seguir su conocido trazado hasta el punto de partida a donde llegamos con la hora un poco ajustada, pues el recorrido ha resultado realmente largo. Pero eso sí, altamente satisfactorio.


       
Tiempo total dedicado a la ruta: 10,10’ horas. (incluyendo paradas, descansos y demás)
Desnivel acumulado de subida: unos 1.600 metros
Distancia recorrida: unos 17 kms
Climatología: Muy buen día, calor soportable.


 
                                       Plano y referencias tomados del servicio IGN.



A continuación podemos ver amplia muestra gráfica  de la jornada…


Barranco de Rolacías que hemos de remontar para ascender posteriormente al monte Porracolinas.


Seguimos un camino que en algunas ocasiones cruza el lecho del torrente que actualmente se halla seco.


Una mirada hacia atrás quedando abajo el valle del Asón y por encima la Sierra del Hornijo con los Altos de Mortillano y Cantispuela.


La senda se introduce en el bosque con variadas especies arbóreas. Ganando altura predominará el fresco hayedo.



A la altura de las cabañas del Chumino que llegamos a ver en la ladera opuesta, sobrepasamos la confluencia de los barrancos de Rolacías y de Colina. La ruta nos lleva a continuar subiendo por el primero mientras que el regreso lo haremos por el de Colina. 


La prominencia que tenemos de frente la salvaremos por la derecha.



Explosión de frescura y color primaveral.



A lo largo del recorrido también me entretengo en fotografiar algunas de las muchas florecillas que me llaman la atención. No soy ningún experto ni mucho menos, pero me encanta observar de vez en cuando la variedad de flora que en esta época es abundante. Muestro agrupadas de esta manera mi particular colección detectada en la presente ruta dejando la identificación de las mismas para los más entendidos.


Una vez más mirando hacia abajo del valle con la Sierra del Hornijo enfrente. A la derecha aparecen algunas de las cabañas del Chumino.



Ya muy cerca del collado de la Mina pasamos junto a las cabañas de Sotombo en evidente estado de abandono.





Desde el collado de la Mina tenemos ya al alcance el alto de Porracolina al que nos dirigimos.



Un sencillo buzón nos recibe en la cumbre de Porracolina.



Testimonial en la cumbre de Porracolina.


Panorámica con vistas hacia el Sur pudiendo identificar:
Picón Blanco, Alto Colina, Peña Lusa, Alto Carrío, Picón del Fraile, Castro Valnera…


Junto a la cima principal de Porracolina tenemos esta otra cima secundaria a la que también accedemos.


Y desde ella tenemos bonitas panorámicas hacia los verdes valles de Rio Miera.



Nuevamente con zoom de acercamiento mirando hacia Picón del Fraile, El Veinte, Pizarras y Castro Valnera. También señalo en plano inferior el Alto de la Porra al que me acercaré después de ascender más adelante el Alto Carrío.


Mirando hacia la cota principal de Porracolina.


Descendemos hacia el collado de la Mina para seguir itinerario hacia el Alto Carrío.


Una mirada hacia atrás después de bajar de Porracolina.


Siguiendo el cordal vamos a pasar por los Altos de la Madera.



Desde el Alto de la Madera observamos el Alto Colina, Peña Lusa, Alto Carrío, y por detrás el Picón del Fraile.


Siguiendo el cordal pasamos a continuación por El Senderón.


Mirando hacia atrás el Alto de la Madera que acabamos de dejar.


Collado de Sota y Alto Carrío.


Alto Colina, cabañas de Sota y barranco de Colina por el que descenderemos un poco más tarde.


El Alto de La Porra al que accederé después de ascender al Alto Carrío y antes de regresar al collado de Sota.


Otro grupo floral captado en la ruta.


Elías no me acompaña en esta ascensión y subo yo solo al Alto Carrío.


Subiendo al Alto Carrío tomo esta panorámica con vistas hacia Porracolina y cordal que hemos recorrido.


Y ya desde el Alto Carrío retrato de nuevo Peña Lusa, Picón del Fraile y Castro Valnera. Por debajo el amplio valle Bustalveinte.



Acerco con el zoom las instalaciones de Vigilancia Aérea que hay sobre el Picón del Fraile.


Autorretrato en el Alto Carrío.


Antes de regresar al collado de Sota decido pasar por el Alto de La Porra.



Desde el Alto de La Porra tomo esta panorámica hacia Porracolina, Alto de la Madera y El Senderón mostrándome sus laderas de orientación Oeste.


Torca del Embudo, laderas del Carrío, Alto Colina y collado de Sota al que me dirijo a continuación.


Dirigiéndome al collado de Sota miro hacia atrás donde queda el coqueto Alto de La Porra que acabo de ascender.


Después de esta extensión con ascensiones a los Altos Carrío y La Porra me vuelvo a reunir con Elías que pacientemente me ha estado esperando junto a las cabañas de Sota.


Emprendemos el descenso por el barranco de Colina hacia las Cabañas del Chumino.



El barranco de Colina resulta ameno, vistoso y entretenido.
Hay que procurar no despistarse y estar muy atentos para no perder la senda asistida por jitos pero que a veces se diluye por el terreno. De otra forma podríamos enriscarnos por las laderas escarpadas.



Nuevo grupo floral con algunas de las especies captadas en la presente ruta.


No nos hemos librado de un pequeño despiste pero afortunadamente rectificamos a tiempo y ya estamos sobre la senda muy cerca de las cabañas del Chumino.



Una mirada hacia atrás donde ya dejamos el sorprendente barranco de Colina.


Enlazamos con el barranco de Rolacías y ya seguimos el itinerario conocido de primera hora hasta el punto de partida.



Antes de finalizar la ruta, nos vemos obligados a pasar junto a esta vivienda donde la pareja de perros tratan de asustarnos escandalosamente. Pero salimos airosos del trance.


Finalizamos esta bonita ruta, un tanto exigente debido al largo recorrido y alto desnivel acumulado. Sí que estamos un poco cansados pero ha merecido la pena.