ARP. Etapa 42. Cabaña de Colomates – Portbou.

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11 de Agosto 2.007                                             

Cabaña de Colomates – Portbou.

Plano del IGN francés.

 

Después del buen descanso que nos ha facilitado la acogedora cabaña de Colomates (800mts) nos disponemos a emprender la marcha para realizar el recorrido de esta última etapa con la que completaremos nuestra Alta Ruta del Pirineo. No hemos visto salir el sol en el horizonte marino como nos hubiera gustado. Habría sido una buena oportunidad que no hemos llegado a aprovechar, debido en parte a la posición algo baja en la que se encuentra la cabaña y también por el bosque que la protege. Nos aprovisionamos de agua en una de las dos fuentes que hay algo más abajo del refugio cerca del torrente de la Massana y luego remontamos la ladera que habíamos descendido ayer tarde para ahora volver a situarnos sobre el cordal fronterizo junto al Roc de Santa Eulalia (981mts). El trazado del GR-10 con el que ahora volvemos a enlazar enseguida abandona el cordal fronterizo para dirigirse hacia Banyuls-sur-Mer. Nuestra intención no es llegar a ese destino. Así que dejamos de inmediato el mencionado GR para seguir por la línea fronteriza que nos deberá llevar hasta Portbou. Por lo que vemos desde la cota más elevada en que nos situamos, nos tememos que lo que nos falta por recorrer hoy no va a ser precisamente un camino de rosas. Vemos el largo cresterío por el que nos imaginamos discurrirá más o menos la ruta que ocasionalmente está señalizada con pintura amarilla teniendo que estar muy atentos de no despistarnos entre la abundante vegetación. No hay otros caminos y muchas veces hay que intuir el trazado entre la vegetación que cubre lo que en muchos momentos suponemos sea la senda escasamente frecuentada. En momentos el trazado discurre pegado a una alambrada fronteriza. Dejando atrás el coll de les Eres y el Puig de Barret (490mts) nos situamos en el collado de Banyuls (363mts), también llamado del Berger Mort, por el que cruza una carretera que comunica los territorios de Francia y de España. Antes hemos dejado una construcción que asemeja a un “búnquer” que puede ser utilizado también como refugio ocasional. Descansamos unos momentos junto al mojón fronterizo “591”. Siguiendo nuestra ruta por el cordal emprendemos la ascensión al Puig de la Calma (718mts). Poco antes, una indicación nos señala la posibilidad de evitar la ascensión circunvalando por la ladera. Nos decidimos por esta opción entendiendo que sería lo más acertado. Pero la escueta senda por la que seguimos se halla invadida de vegetación y zarzas llegando a suponer que hubiera sido mejor haber seguido desde un principio por la línea de cumbres. Además, después de tener que dar un incómodo y excesivo rodeo llegamos prácticamente hasta el mismo nivel de la cumbre que hemos querido evitar. Más adelante se suceden los pasos por el Puig del Tom (664mts), el Puig d’en Jorda (753mts), el coll de Teixó (745mts), coll dels Empedrats (651mts), y otros más. Toda una sucesión de ligeras subidas y bajadas, progresando por terreno a veces más despejado y en ocasiones la senda invadida por zarzales de los que sacamos algún provecho saboreando algunos puñados de las tentadoras y apetitosas moras que nos ofrecen estas zarzas. Algo positivo sacamos a lo que por otra parte nos supone cierta incomodidad. Ya alcanzamos a ver Portbou en el lado español y también Cerbère en el lado francés.  Pero aún hemos de salvar más de una incertidumbre. Nos situamos en el collado de Rumpissar (531mts) junto al que se levanta una antena. Hasta aquí llega una pista que por una parte baja hasta Banyuls y por la otra, dando grandes rodeos por las laderas de las montañas, entendemos que también puede que descienda hasta Portbou. Paramos un ratillo a la vez que vienen a nuestro encuentro tres personas que al igual que nosotros desean llegar a Portbou. Están medio perdidos, confundidos e indecisos, sin saber por dónde deben de continuar. No podemos aclararles totalmente pero se quedan más tranquilos cuando les decimos que sigan la pista, que seguro les llevará a donde desean. Por nuestra parte, ya veremos qué decisión tomamos. Tras el breve descanso también seguimos momentáneamente por esta pista que no termina de convencernos. Rectificamos y remontamos hacia la Torre de Querroig (672mts) en donde volvemos a coincidir con las pinturas amarillas y alguna traza de senda por la que seguimos. Ya se acerca nuestro final. La senda, luego camino más amplio, nos baja definitivamente a Portbou. Sin percatarme de las consecuencias posteriores no evito que mis desprotegidas piernas rocen sobre las plantas de cactus que crecen en el terreno junto al camino. Infinidad de diminutos pinchos se me quedan clavados y tardaré tiempo hasta lograr quitármelos o que desaparezcan por sí mismos. Maldita sea!. La entrada a la población es de lo más curioso. Un vallado de obra protege los trabajos de construcción e impide continuar por donde debiera ser una más adecuada entrada a las calles de la ciudad. Buscamos la mejor forma de bajar. El callejón por el que saltamos, lleno de basura y zarzas, es la entrada más inmediata que vemos. No es la forma más gloriosa de finalizar la ruta que más parece un atraco por la parte de atrás. Por las calles de Portbou nos dirigimos primero a la estación de trenes con la intención de sacar los billetes, dejar allí depositadas las mochilas y después acercarnos hasta la playa del Mediterráneo para plasmar la foto testimonial. Esto es lo que pensamos. Pero no hay forma de poder dejar seguras las mochilas. Así que mientras yo me quedo al cuidado del equipaje, es Carlos quien cumple con esta ilusión. Bueno. Yo no piso la playa pero el camino, la travesía del Pirineo está felizmente concluida. Eso es lo que interesa.

A esta última etapa le hemos dedicado 8hs. y 40 minutos, siendo el desnivel acumulado de subida de unos 850 mts y de bajada de unos 1.650 mts.

Ahora veamos la pequeña muestra de fotos de esta última etapa…

Sirviéndonos de la acogedora cabaña de Colomates hemos dormido muy confortables esta última noche en el Pirineo. También hoy madrugamos para salir temprano y a las 7hs. 20 minutos estamos abandonando nuestro cobijo. Tenemos que dirigirnos hacia el cordal fronterizo remontando las laderas que ayer descendíamos a última hora. En la foto aparece un poco cubierta por el arbolado la cabaña de Colomates. Al lado se ve otra construcción privada.

En el cordal fronterizo enlazamos con la senda del GR-10 situándonos en el Roc de Santa Eulalia.

Abandonamos el itinerario del GR que desciende hacia Banyuls-sur-Mer, pues no es ese nuestro destino final. Seguiremos el cordal de la línea fronteriza que vemos en esta foto para descender finalmente a Portbou.

A veces pasamos por tramos de vegetación espesa siguiendo trazados poco frecuentados por donde debemos de intuir el itinerario correcto. En la foto aparece una alambrada fronteriza entre el mismo bosque.

En la parte inferior de la foto es el collado de Banyuls o de Berger Mort. Una carretera comunica la parte española con la francesa. La cota más elevada de enfrente es el Puig de la Calma por donde sigue la ruta.

Un pequeño descanso sobre el mojón fronterizo “591” del collado Berger Mort. 

Otro necesario descanso, ahora sobre el Puig de la Calma.

Desde la elevación del Puig de la Calma vemos el litoral Mediterráneo y la localidad de Banyuls-sur-Mer.

Hay que desplazarse un poco más sobre el cordal para ver la bahía en la que se encuentra Portbou.

Siguiendo el cordal hemos pasado por el Puig del Torm, Ros de la Perdiu, Puigd’en Jorda, coll de Teixó y ya en el collado dels Empedrats fotografío el mojón fronterizo “595”.

Otro de los numerosos descansos obligados  observando ya más cerca Portbou.

Continuamos, y sobre el coll de Rumpissar se halla la Torre de Querroig.

Ascendemos a la Torre de Querroig por encima del mojón fronterizo “597” que también aparece en la foto en este caso "pintado" sobre la roca..

A la vista tenemos la pancarta imaginaria del final de nuestro largo recorrido. Carlos, buen compañero y mejor amigo. Gracias por tu compañía y por la paciencia que has tenido conmigo durante estas 42 largas jornadas. Una experiencia inolvidable. Lo hemos pasado fenomenal.

Ya solo queda bajar estos pocos metros y terminar por las calles de Portbou en la orilla del Mediterráneo. Ilusión cumplida. Reto conseguido!.

A falta de la foto testimonial sobre la playa de Portbou, se me ocurre como despedida del relato de los 42 capítulos precedentes terminar con los retratos de los dos protagonistas.

    Carlos  ............                          y   Javier  ............

Y ya está todo o casi todo contado e ilustrado con las más o menos 865 fotografías que he incluído así como los numerosos planos orientativos para cada etapa.
Seguramente haya cometido errores en alguna de las muchas referencias que menciono y pido disculpas por ello y por cualquier otra equivocación. No obstante confío que este trabajo haciendo pública nuestra particular Alta Ruta del Pirineo haya resultado entretenido para quien pacientemente lo haya seguido u ocasionalmente haya dado con alguna de las etapas descritas. Y si a más de uno le sirve como referencia para intentar algo similar, pues me alegro. Ánimo, que el Pirineo ofrece muchísimas posibilidades de disfrute. Que todos sepamos respetarlo!.