lunes, 20 de marzo de 2017

05 - Otras montañas - Otros continentes. (Año 1.983). ---- Cordillera Real de los Andes. (Bolivia). Huayna Potosí. - Primera parte.




                                                                    Huayna Potosí enfocado desde Chacaltaya.


Si en el año 1.978 visitamos la Cordillera de los Andes en Perú, con ascensiones a Nevado Pisco y Huascarán Norte, posteriormente volvimos en 1.983 a los Andes, esta vez en Bolivia viajando hasta La Paz vía Río de Janeiro.
El grupo en esta ocasión ya fue más reducido que las primeras expediciones que realizamos tanto a África como a Perú. En Bolivia estuvimos: Leopoldo Valdivielso, María José Martínez, Elías Ureta y Javier Ureta.
El objetivo principal de este viaje es el macizo de Illimani (alt 6.462 mts) cuya dominante montaña tenemos a la vista desde la misma capital La Paz (alt. 3.650 mts). 
Como aclimatación ascendimos Huayna Potosí (alt. 6.088 mts).

En esta primera entrega publico la ascensión a Huayna Potosí, mientras que la ascensión a Illimani la dejo para la siguiente publicación.

Panorámica de parte de la ciudad de La Paz tomada desde alguna altura. La ciudad está situada en un amplio cañón originado por el río Choqueyapu y ocupa tanto la base del valle como sus laderas adyacentes.
Es la capital más alta del mundo y una de las ciudades situadas a mayor altura. Su altitud media es de unos 3.650 mts sobre nivel del mar, extendiéndose incluso hasta los 4.070 mts en la meseta del Altiplano donde se encuentra el área metropolitana “El Alto”.


Desde la ciudad se alcanza a ver el macizo del Illimani altura mayor de la Cordillera Real, situado a unos 60 kms de la capital boliviana.
Este enorme macizo tiene más de 8 kms de longitud y cuatro cumbres principales que sobrepasan los 6000 metros
Las cimas más destacadas son: Pico del Indio o Sur (alt 6.462 mts), Pico La Paz o Central (alt 6.362 mts), Y Pico Kuhm o Norte (alt 6.380 mts),
La cumbre Sur (derecha en la imagen) es la que pretendemos ascender en esta nuestra visita a Bolivia.


                                         La Paz.              Palacio del Congreso.


Calles muy inclinadas que descienden hasta la base del valle.


Callejeando por los barrios de la ciudad nos llama la atención la indumentaria y costumbres de los habitantes.



El hecho de pasar unos días en La Paz (altura superior a los 3.650 metros), nos va sirviendo para ir preparando el organismo a alturas superiores. En los primeros días estamos notando los efectos, siendo los síntomas más notorios el cansancio y el dolor de cabeza.




Antes de involucrarnos en las ascensiones de nuestros objetivos, aprovechamos el tiempo para realizar algunas visitas turísticas, siendo de nuestro interés la ciudad de Copacabana, a 155 kms de La Paz. Esta ciudad (alt 3.841 mts) es un importante centro religioso de Bolivia y se encuentra a orillas del lago Titicaca, al pié de los cerros Calvario y Niño Calvario.



Es costumbre adornar maquetas de casas y vehículos para ser bendecidos por los sacerdotes del santuario con el objeto de tener buen futuro.


Las orillas del lago Titicaca se hallan muy solicitadas por las lavanderas.


Y niños cuidando de los "chanchos" domésticos como si se tratase de mascotas.



También realizamos una visita a Chacaltaya (alt. 5.375 mts) situado a unos 30 kms al Noroeste de La Paz. Las instalaciones  de este pequeño centro turístico están controladas por el Club Andino Boliviano.
Era considerada la pista de esquí más alta del mundo con base en el glaciar Chacaltaya. (En la actualidad este glaciar ha desaparecido y como consecuencia creo que la zona ya no es apta para las actividades de esquí).


Un frecuentado camino por el borde del glaciar nos lleva hasta el punto más elevado de la montaña (alt 5.421 mts).


Desde la cota Chacaltaya tenemos una interesante panorámica hacia la montaña Huayna Potosí (alt. 6.080 mts), uno de los objetivos de ascensión en nuestro viaje a Bolivia.


Detalle con zoom de Huayna Potosí.

En La Paz hemos contactado con el guía de montaña Óscar Fernández del Club Andino Boliviano quien nos ofrece valiosa información acerca de la ruta de ascenso al Huayna Potosí.





El mismo Óscar es quien nos lleva en su todo-terreno hasta la laguna Zongo (alt. 4.700 mts) desde donde parte la ruta de subida al Huayna.


La panorámica que tenemos hacia el Huayna es sorprendente y muy atractiva. Sabemos que la meteo será buena para los próximos días, con lo que si se mantienen los pronósticos de buen tiempo, confiamos seguir correctamente la ruta tal como nos la ha detallado Óscar.


Sin otros medios externos (no hemos contratado ni guía ni porteadores), partimos de Zongo siguiendo en principio una senda definida por el uso. Vamos muy cargados de peso en nuestras mochilas pues tenemos idea de hacer dos campamentos intermedios antes de la subida final.
Por delante de mí avanzan Elías, María José y Pol.


Nos dejamos llevar por la senda que por momentos discurre cercana a glaciares colgantes.


La ruta también nos hace pasar por tramos incómodos de bloques de piedra.



Después de 2 horas y media nos detenemos para montar el primer campamento a 5.100 metros de altura sobre una pequeña plataforma de hielo. Solamente hemos superado 400 metros de desnivel pero al ir tan cargados es más que suficiente. Por otra parte tenemos que ir adaptando nuestro organismo a la falta de oxígeno debido a la altura, 



Hemos pasado la noche con molestias, principalmente dolor de cabeza. Es una cosa muy normal debido a la altura.
No madrugamos. Esperamos a que dé el sol sobre la tienda para levantarnos.
A partir de aquí el resto de la ruta será sobre nieve/hielo.


Realizamos numerosas paradas/descansos. Tampoco hoy pretendemos superar mucho desnivel. Tenemos todo el día para llegar a la ubicación del siguiente campamento.



Una mirada hacia abajo donde se encuentra la laguna represada de Zongo. Por encima de ella, supongo sea la montaña Charquini (alt. 5.392 mts).
Al fondo a la derecha, no hay duda: es el Illimani.


Después de 3 horas, nos detenemos cuando estamos a la altura de 5.500 mts.  (campamento alemán). Es una plataforma amplia para poder instalar bien la tienda. Tenemos una vista impresionante sobre la cara Sur del Huayna.
Está claro que no pretendemos hacer una subida rápida. Con nuestro planteamiento estamos adaptando lentamente el organismo a la altura y quizá de esta forma podremos asegurar que la ascensión se lleve a cabo sin grandes complicaciones.

Desciende un italiano solitario del Huayna y charlamos unos momentos. Nos comenta sus impresiones y sus sensaciones de la subida y de la cumbre. Para nuestra tranquilidad, también nos confirma que no encontraremos serias dificultades en la ascensión.
 
A las 4,30’ se oculta el sol por detrás del Huayna y quedamos a la sombra. Rápidamente baja la temperatura y no nos encontamos cómodos en el exterior. Enseguida nos metemos en la tienda y dentro de los sacos podemos estar mejor que a la intemperie.


Son las 6,30’ cuando amanece al día siguiente. Nos cuesta decidirnos para salir al exterior, cosa que hacemos al igual que el día anterior, cuando el sol ya calienta la tienda. Sin mucha prisa tomamos algo a modo de desayuno y nos preparamos para la ascensión final. Salimos del campamento a las 9hs.


Al poco de abandonar el campamento tenemos que superar una inclinada pendiente de hielo en la que aseguramos con algunos tornillos para hielo.



Superada la pendiente luego seguimos con relativa facilidad. Siempre atentos a las numerosas grietas que se interponen en nuestra camino. 



Pol sentado y descansando. Elías permanece de pié fijándose en lo que aún nos queda de ascensión.
No cabe duda de que movernos y avanzar requiere esfuerzo. El cansancio a causa de la altura no nos permite seguir sin que hagamos numerosas paradas. Nos tomamos nuestro tiempo. El día es bueno. No tenemos prisa.



Al no haber posibilidad de bordear algunas de las grietas tenemos que pasarlas saltando. Impresiona la profundidad vertical en la que se hunden sus paredes de hielo vivo.




Pocos metros antes de alcanzar la arista cimera tenemos que atravesar una amplia superficie de pequeños “penitentes” de hielo, formados por la acción del sol y de la erosión del viento. Resulta muy incómoda y lenta la marcha sobre este terreno, teniendo que ir rompiendo las numerosas agujas y cuchillas de hielo para poder avanzar.



La arista cimera es muy aérea con espectacular caída hacia ambos lados.



Felizmente después de 6 horas de ascensión nos situamos sobre la cima de Huayna Potosí (alt. 6.088 mts).

En la cima de Huayna Potosí quedan retratados Pol y Elías.

Nueva toma testimonial, en este caso Pol y Javier.


Tanto la arista como la cima son muy estrechas y aéreas. Conviene que nos mantengamos asegurados con la cuerda. En este caso Pol está atento a mis movimientos mientras me he desplazado unos metros al otro extremo de la arista.


Permanecemos varios minutos sobre la cumbre de Huayna. El momento y las panorámicas lo merecen. Tenemos mucha suerte. La temperatura no es muy fría. No hay viento. El cielo prácticamente despejado.


No puedo identificar las montañas de la Cordillera Real de los Andes que se ven desde el Huayna, pero entre ellas seguro que están Illampú (alt 6.485 mts), Ancohúma (alt. 6.427 mts), y por supuesto Illimani (alt. 6.462 mts).

Regresamos sobre nuestros pasos por la afilada arista de hielo asegurando cada movimiento. No podemos despistarnos. Hay que estar atentos y no confiarnos. 




Y volvemos a pasar por la zona de los incómodos “penitentes”. Cuchillos de hielo muy afilados.


En el descenso nos detenemos en alguna de las grietas que gotean del deshielo. Elías Intenta rellenar las cantimploras siquiera para humedecer los labios y la boca. Estamos pasando mucha sed.

Tomamos muchas precauciones con las grietas y algunas de las fuertes pendientes por las que hemos de descender. Anochece cuando por fin llegamos al campamento 2.


A la mañana siguiente dejamos el campamento 2 y en el descenso nos cruzamos con el guía Óscar y dos clientes que suben hacia el Huayna. Más abajo también saludamos a otra cordada. Esta montaña tiene aceptación.

A mediodía llegamos a la laguna de Zongo y compartimos unas cervezas con el guarda de la presa. Nos comenta que ha estado siguiendo la evolución de nuestros movimientos. Conoce la ruta y como hemos tardado en regresar ya estaba preocupado pensando que nos podríamos haber extraviado.


Nos despedimos de esta bonita montaña.
El regreso a La Paz lo hacemos en un todo-terreno que habíamos contratado por mediación del guía Óscar. Agradecemos la puntualidad tanto en hora como en fecha tal como habíamos acordado. 


En La Paz ante nuestra gran sorpresa, somos recibidos con música por la banda infantil. 
(Esto es solo una broma).


Tenemos que descansar pero no quiere decir que permanezcamos inactivos en el hotel. Callejeamos y vemos el ambiente de la ciudad.
También hacemos alguna visita turística cerca de la capital boliviana.


A 72 kms de La Paz y muy cerca del lago Titicaca se encuentra Tiahuanaco, antigua ciudad arqueológica, centro de la civilización Tiahuanaco de cultura preincaica.
En la foto, templete semi-subterráneo.


Tiahuanaco. Puerta del Sol.


Tiahuanaco. Monolito Ponce.


Campesinas.


Población Boliviana.



El Illimani se puede ver desde muchos lugares de La Paz aunque en distancia sea de unos 60/70 kms al Este de la ciudad. Hacia allí nos dirigiremos en breve.

4 comentarios:

  1. Esta me la perdí porque ya vivía en Canarias. Recuerdo, emocionado, en una salida a Picos de Urbión,como lloraba María José porque pensaba, por el dolor, que se la iban a congelar las manos. Buen trabajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, amigo Ángel.
      Este detalle que comentas acerca de las sensaciones de María José es muy conmovedor.
      Aunque bien es verdad que en alta montaña hemos pasado muchos momentos de intenso frío, afortunadamente hemos superado las situaciones y regresado sin secuelas. Hemos tenido mucha suerte!.
      Un abrazo!.

      Eliminar
  2. Impresionantes la descripción y fotos a este precioso pico de los Andes.
    He disfrutado mucho con la lectura.
    Menuda arista cimera !
    Y las grietas del glaciar...
    También es curioso los penitentes de hielo. Menudo esfuerzo abrise paso entre ellos !!
    Gracias por compartilo.
    Un abrazo.
    Kike

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te guste, Kike.
      Ahora que estoy rememorando con las fotos que conservo y los apuntes que me traje de aquéllas expediciones, yo también me entusiasmo con estos recuerdos.
      Hemos pasado momentos inolvidables y por qué no compartirlo para que vosotros también podáis disfrutarlo sin que se conserve como un mero recuerdo personal.
      Un abrazo,
      Javi

      Eliminar