ARP. Etapa 37 (ir a etapa anterior…)
06 de Agosto 2.007 (ir a etapa siguiente…)
Pues sí que ha estado lloviendo algo durante la noche en la que se han ido sucediendo algunas tormentas de poca intensidad. Poco después de habernos acostado he notado que los chavales que subieron ayer tarde con la idea de vivaquear por la zona, se bajaban sin haber llegado a experimentar las especiales sensaciones de pasar la noche en la montaña. La tormenta les ha condicionado esta posibilidad. Otra vez será. Por mi parte y tras el buen descanso, me encuentro mucho más animado y con mejores sensaciones que días atrás. Parece que la crisis intestinal ya va remitiendo. Me siento optimista de cara a la nueva jornada. Por “auto-prescripción facultativa” no voy a tomar desayuno. Me conformaré con un poco de chocolate. Aunque este único alimento no me vaya a reportar muchas energías, pienso que quizás sea buena opción de cara a que se termine de estabilizar el organismo. Espero que las reservas del propio cuerpo me sean suficientes. Más adelante ya iremos viendo. Carlos se baja con las botellas a por acopio de agua hasta el manantial que se encuentra a unos 10’ de distancia. Lo tenemos advertido. En toda la jornada no vamos a tener otra posibilidad de abastecernos hasta que lleguemos a Mariailles que es donde finalizaremos la etapa de hoy. Abandonando el emplazamiento del vivac en la Portella de Morens (2.381mts) avanzamos por el Pla de Coma Armada para bordear dejando a nuestra derecha el Puig de la Llosa. Siguiendo una clara senda muy evidente pasamos por la Portella del Callau (2.387mts) dejando asimismo a nuestra derecha la montaña Roc Colom (2.507mts) todavía en la línea fronteriza. Yo me encuentro fenomenal y estoy disfrutando de la etapa mejor que días anteriores. En uno de los breves descansos de recuperación que solemos hacer nos saluda un grupillo que pasa junto a nosotros. Son dos parejas que portean unas mochilas muy livianas y con poco peso dando la sensación de que van por ahí de paseo. Cuando reanudamos la marcha el grupo sigue por delante de nosotros manteniéndonos a una corta distancia. Permanecemos todavía en una altitud en la que apenas perdemos desnivel ni le ganamos. La senda nos lleva en un largo recorrido por las laderas superiores del cordal de Les Esquerdes de Rotja haciéndonos pasar junto al Mort de l’Escoula, luego la Porteille de Rotja (2.377mts), más adelante por el Puig de la Collada Verda (2.282mts), después por la collada del Vent (2.229mts). El cielo no termina de despejarse. Muy al contrario, las nieblas que esperábamos irían desapareciendo van apoderándose más y más de los valles y de la montaña, y cuando alcanzamos el Pla de Guilhem (2.277mts) escuchamos los primeros truenos de la tormenta que se está preparando. Ésta termina por reventar y corremos rápidamente a cobijarnos en la vieja cabaña de piedra de Guilhem que por suerte en tal momento encontramos muy cerca. El aguacero que cae es impresionante. Nos sentimos afortunados de haber localizado este chamizo que compartimos con las cuatro personas que anteriormente nos habían saludado. Son dos parejas de montañeros vascos que también están haciendo la ARP por tramos en cada año al igual que nosotros. Este año han salido del refugio de Ull deTer, es decir, hoy mismo, y también esperan terminar como nosotros en Portbou. Pero su planteamiento no tiene nada que ver con nuestra particular manera de movernos. Ellos comen y duermen en refugios previamente reservados. Así que claro. Van ligerísimos de peso y pasean muy cómodamente por la montaña. Se asombran de nuestras abultadas y pesadas mochilas. Insistimos que es de esta forma como nos gusta a nosotros hacer la ARP. Unos y otros nos encontramos conformes con la manera en que cada uno afrontamos este particular recorrido. En la diminuta cabaña justo cabemos los seis apretados y de pié. Se cuela el agua del techo y se forman charcos en el suelo. Los de Irún sacan los paraguas. Menuda estampa la que tenemos aquí dentro!. Pasado el “plato fuerte” de la tormenta, aún con algo de llovizna salimos afuera de la cabaña. Ahora que ha abierto un poco la niebla vemos que muy cerca se halla otra construcción. Es el refugio libre del CAF de Pla Guilhem que antes de dar comienzo la tormenta no habíamos llegado a ver a causa de la niebla. Por supuesto es más sólido y espacioso que la cabaña en la que estábamos cobijados hace unos instantes. Hay más personal resguardado en el refugio. Entramos en él hasta que termina de escampar. El cielo se mantiene totalmente cubierto mientras bajamos por la senda de pastores del Pla de la Roquette que desciende hacia Mariailles donde se encuentra el refugio privado en el que tienen hecha reserva los cuatro montañeros de Irún. Vuelve a repetirse la de antes. Descarga una nueva tormenta de similar potencial a la anterior. Otra corta carrerilla y antes de llegar al refugio guardado de Mariailles vemos la posibilidad de aprovecharnos del cobijo que nos ofrece una cabaña pastoril-forestal (1.710mts). Ahora mismo, la parte que vemos abierta se halla ocupada por dos parejas de turistas suizos que tienen el coche cerca pero que van a esperar a que amaine el fuerte aguacero. Con mucha suerte nos hemos librado por segunda vez. Aunque nuestro deseo era de haber ganado al menos una hora en ruta hacia el Pic du Canigou, no nos importa finalizar aquí para pasar la noche con la comodidad asegurada y a buen resguardo. La cabaña dispone de dos literas espaciosas que podremos utilizar tranquilamente si no se presenta más personal. El agua la tenemos a dos minutos en una estupenda fuente. Nos sentimos afortunados de poder disponer de este refugio que cumple con nuestras aspiraciones. La tormenta no termina de desvanecerse. Está muy agarrada por la zona y las nieblas se mantienen por el valle de Llipodère en donde se encuentra la cabaña. Se suceden intensos chubascos en lo que resta de la tarde y parte de la noche. A ver cómo amanece mañana y si la meteorología nos permite cumplir con nuestro deseo de ascender al Pic du Canigou (2.784mts), objetivo dentro de la siguiente etapa. A la de hoy le hemos dedicado 7 horas y 20’, con un desnivel inapreciable de subida y de bajada de unos 700 metros aproximadamente.
A continuación una pequeña muestra gráfica de la etapa…
Lo mejor de todo para mí es que me siento muy recuperado del malestar que he venido arrastrando estos días atrás. Parece que la crisis intestinal ha remitido y afronto la nueva etapa con mejores ánimos. Según las referencias que tenemos, esta de hoy, por el recorrido va a ser de las etapas menos exigentes que hasta ahora hemos recorrido. Seguimos la senda por un terreno prácticamente llano por el Pla de Coma Armada dejando a nuestra derecha el Puig de la Llosa.
Vamos a recorrer todo este largo cordal de Les Esquerdes de Rotja que vemos en la foto, dejando a la derecha la Portella del Callau y Roc Colom (2.507mts). Al fondo de la foto sobresale el Pic du Canigou (2.784mts) cuya ascensión está dentro de nuestros objetivos para la etapa del día siguiente. A ver si lo conseguimos.
Seguir el recorrido por el cordal no tiene ninguna dificultad. Hay buena senda con leves subidas.
Una mirada hacia atrás con parte del largo cordal de Les Esquerdes de Rotja.
Y ahora mirando hacia adelante mientras nos tomamos un corto descanso de recuperación.
El tiempo no mejora. Se ha mantenido la nubosidad a lo largo del día preparándose una buena tormenta que nos ha paralizado durante un buen rato cobijados en la diminuta cabaña de Guilhem. En ella hemos coincidido con otras dos parejas de Irún que también están haciendo la ARP. Cuando ha cedido el aguacero ya descendemos por el valle de Llipodère hacia Mariailles.
Poco antes de llegar a Mariailles nos sorprende otra nueva tormenta que cuando empieza el aguacero justo nos da tiempo a cobijarnos en una cabaña pastoril-forestal muy próxima al refugio de Mariailles. Hay dos partes habitables. Nosotros nos instalamos en el pequeño “adosado” de la puerta estrecha que se encuentra a la derecha de la fachada que vemos en la foto.
Visto el negativo panorama meteorológico y teniendo la posibilidad de cobijarnos en esta cabaña, vamos a hacer uso de la misma acomodándonos en su interior.
Asumimos los inconvenientes climatológicos que hoy los hemos tenido de cara. La etapa ha sido corta con esas retenciones primero en la cabaña de Guilhem y luego aquí en Mariailles. Hubiéramos deseado avanzar algo más pero damos por bueno lo hecho y contentos podemos estar de poder cobijarnos en este acogedor habitáculo que para nosotros dos es más que suficiente. A descansar y esperar a ver cómo nos amanece el próximo día.
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