Ruta realizada en fecha 29 de Abril de 2.015
Itinerario:
Caín – Puente de la Jaya – Regreso a Caín.
Espectacular la
Garganta del Cares.
Caín (León) – Poncebos (Asturias).
Antonio y Javier (Ureta brothers).
Una
ruta extraordinariamente espectacular que nadie debería perderse. No tiene
dificultad pues salvo el primer tramo en subida si se inicia la ruta desde el
Puente de la Jaya (Poncebos),
el resto es prácticamente llano y llevadero. Solo hay que dejarse llevar por el
trazado paralelo al canal que toma caudal en Caín (León) para abastecer a la Central Hidroeléctrica
de Poncebos (Asturias).
Por
mi parte han sido varias las veces que he realizado el recorrido, pero no me
importa volver de nuevo si como en este caso se trata de acompañar a mi
hermano Antonio, quien recientemente me había manifestado que la realización de
esta ruta era para él una ilusión pendiente de cumplir. Y para qué esperar más?.
Entre
las dos opciones para comenzar la ruta, me decido por la que se inicia en Caín.
De esta manera, en el trayecto del viaje podría mostrarle a Antonio las
montañas que se pueden ver desde el coche, tales como Espigüete o el fabuloso
entorno de Riaño. Luego, descendiendo del puerto de Panderruedas, tendríamos
también las panorámicas hacia Picos de Europa desde los miradores de Valdeón.
Lástima que hoy debido a las nieblas sobre la montaña se nos chafan ambas
expectativas. Otra vez será.
Desde el mirador de Valdeón bajando
del puerto Panderruedas, así vemos las montañas con esas nieblas que, a pesar de ello le dan un
bonito aspecto.
Escultura al rebeco, morador y símbolo de
los Picos de Europa.
Llegamos a Caín (León) en donde daremos comienzo a la Ruta del Cares. No nos entretenemos más que lo necesario para colocarnos el calzado oportuno y amarrarnos las mochilas que ya traemos preparadas con la comida necesaria para aguantar la kilometrada y las horas que nos llevará esta ruta de ida y vuelta.
Y ya en marcha, desde el Km. “0” comenzamos a disfrutar de la espectacular Garganta del Cares de donde me traje para casa numerosas fotos.
Una amplia muestra de ellas podemos
ver a continuación:
El río Cares se intoduce en la profunda brecha que separa la montaña y en su largo recorrido forma la espectacular “Garganta del Cares”.
Pequeña presa desde donde se canaliza
el agua que recorrerá toda la
Garganta hasta llegar a la Central Hidroeléctrica
de Poncebos (Asturias).
A partir de aquí comienza el
espectáculo. Por una parte el natural que ha formado el Cares. Y por otra el
artificial de la obra del canal y de la senda muchas veces escavada en la roca.
Tanto lo uno como lo otro nos va sorprendiendo en cada paso que avanzamos.
Tanto lo uno como lo otro nos va sorprendiendo en cada paso que avanzamos.
Por abajo el caudaloso y
estruendoso Cares. A media altura la senda con el canal.
En algunos tramos la senda alterna
entre uno y otro lado de las paredes verticales. Pasarelas metálicas facilitan
una cómoda travesía.
Desde el puente mirando hacia
atrás. En la pared de la derecha se aprecian los boquetes abiertos en la roca
para los túneles del canal y de la senda.
Profunda hendidura natural.
El canal tan pronto aflora a la vista como se esconde en los túneles dentro de la montaña. La senda tiende a ir más por el costado exterior de las paredes de roca. De esta manera facilita una buena contemplación del curso del Cares y de la profunda brecha entre las montañas.
Antonio no sale de su asombro y se
encuentra entusiasmado con las continuas sorpresas que le depara el paseo.
Puente de roca para la senda y para
el canal que aquí se halla protegido por cubierta de hormigón.
Puede dar algo de vértigo si se
camina por el borde del camino. No es de extrañar.
En esta imagen, vemos los tres niveles
diferentes. El Cares discurre por su lecho natural, mientras que la obra humana ha buscado el curso más adecuado para el canal y el camino.
La senda por encima y el canal
entre la roca. El agua sobrante cae hacia el río.
La senda por el borde de la roca.
Si el desfiladero natural es una maravilla, hay que reconocer que la obra tanto del canal como de la senda excabados en la roca también es otra maravilla.
Si el desfiladero natural es una maravilla, hay que reconocer que la obra tanto del canal como de la senda excabados en la roca también es otra maravilla.
No hace mucho, la ruta estuvo
cortada durante un tiempo en este punto. La roca se vino abajo y con ella la senda. Esta nueva
pasarela facilita que podamos seguir disfrutando de toda la ruta.
Casi a mitad de ruta vemos estas
indicaciones. Además de ir hacia Poncebos o hacia Caín, hay posibilidades de ir
a Covadonga y Amuesa por escarpadas sendas de montaña. No estaría mal intentarlo algún día...
Esta pasarela es la que salva el
Cares para seguir la ruta hacia Amuesa. Hemos visto un montañero que seguía esa ruta.
Nosotros, como la mayoría de la
gente, hoy seguimos la senda más cómoda.
El Cares sigue recibiendo algunos aportes de agua de una y otra ladera.
Y siguen numerosos pasos
artificiales bajo la roca. Si no fuera por estas obras, no tendríamos facilidad
de disfrutar de esta sorprendente Garganta del Cares.
En esta imagen vemos, además de la
senda normal y el río en el fondo, otra senda que va por abajo. más próxima al
río. Al regreso la intentaremos seguir…
Seguimos impresionados por la
facilidad con la que podemos caminar durante tantos kilómetros por el camino abierto en la misma pared.
Panel con información interesante
acerca de la construcción del canal y senda:
El canal de 11 kms se construyó entre los
años 1915 y 1921.
Hay 71 túneles barrenados a mano y
en la obra intervinieron hasta 500 trabajadores de los que 11 perdieron la vida
en diferentes accidentes.
En cuanto a la senda actual, debemos de agradecer ahora para nuestro disfrute los trabajos que se realizaron durante cinco años a partir de 1945. En esa obra intervinieron 45 trabajadores para acondicionar la anteriormente existente y también dejó un balance de 2 accidentes mortales.
La senda nos ha situado en un alto,
“Los Collados”. A continuación sigue en descenso hasta el Puente de la Jaya donde finaliza o bien
se inicia la ruta (según se mire).
Ya tenemos a la vista el Puente de la Jaya, donde quienes hacen la Ruta del Cares desde la parte
Asturiana inician la misma. Para nosotros es donde ya deberemos dar la vuelta
de regreso hacia Caín.
Desde el Puente de la Jaya lo más normal sería volver sobre nuestros pasos, ascendiendo la cuesta a "Los Collados" y mismo trazado conocido hasta Caín. Sin embargo, desde el mismo Puente de la Jaya parte otro camino que discurre a nivel del río. Personalmente no le conozco y me apetece investigar y ver hasta dónde sigue y de qué manera se puede
enlazar con el camino principal en el nivel superior. Vamos por él.
De momento comprobamos que es una
senda también cómoda y en la que hay buenos signos de trabajos sobre la misma roca.
Después de haber recorrido más o
menos un km., llegamos a este punto en el que hay la apariencia de senda hacia arriba. Pero de momento lo descartamos ya que el trazado del camino sigue junto al río. Más adelante, cuando ya comprobamos que éste no se puede
seguir, regresaremos y tomaremos este itinerario para enlazar con el camino
principal.
Vemos cómo el camino junto al río
de momento sigue con muy buena pinta.
De esta manera continuamos hasta que la cómoda
senda presenta síntomas de que ya no va a seguir como hasta ahora. Avanzamos un
poquito más para si estos síntomas solo son momentáneos.
Aún coincidimos con algún tramo de
obra y otros signos de paso. A ver, a ver…
Pero no. Nos vemos obligados a
abandonar pues la marcha termina por ser impracticable.
Tras haber investigado este otro tramo de unos 500 metros adicionales, regresamos al lugar en el que anteriormente veíamos con indicios de que por ahí había que subir para enlazar con el camino normal que va por arriba.
Pretendemos atajar por la pedrera que presenta excesiva inclinación.
Tras haber investigado este otro tramo de unos 500 metros adicionales, regresamos al lugar en el que anteriormente veíamos con indicios de que por ahí había que subir para enlazar con el camino normal que va por arriba.
Pretendemos atajar por la pedrera que presenta excesiva inclinación.
Por esa pared de enfrente se
aprecia el trazado de la senda de subida.
Ya desde arriba observamos el fondo
de la garganta y la pedrera por la que acabamos de subir.
Y nuevamente otra imagen en la que
vemos abajo la senda que poco antes seguíamos y la pedrera para enlazar con el
camino principal de la ruta.
Estamos en el buen camino y ya solo
nos queda seguir por él sin más aventuras hasta regresar a Caín.
Mismo trazado, mismos túneles,
mismos detalles que ahora vamos observando por segunda vez.
Y esto ha sido todo el bonito
recorrido por la “Garganta del Cares”.
Totalmente recomendable para pasar una jornada inolvidable.
Totalmente recomendable para pasar una jornada inolvidable.