Sigo con el Pirineo. En esta ocasión toca la vertiente española, Huesca.
Nos fuimos al Posets.
Ruta realizada en fecha 01 de Mayo de 1.994
Itinerario:
Refugio Viadós – Barranco de las Mardaneras
– Pico Posets.
Pico Posets. Arista final hasta la cumbre.
Compartimos ruta:
Juan Carlos “Gorbi”, Elías y Javier.
La ascensión al Posets es una de las
aspiraciones con las que la mayoría de montañeros queremos cumplir. Su altitud
(3.369 mts) es muy atractiva. Puedo recordar que nuestra primera ascensión la llevamos a cabo (sin
poder precisar fecha) en la década de los 70. En aquélla ocasión subimos
andando por el valle de Estós. Posteriormente lo habíamos intentado con esquís,
aunque sin éxito, y ahora volvemos nuevamente también con los esquís por esta
ruta de Viadós.
El
desplazamiento desde Burgos hasta Viadós (todas las montañas del Pirineo están
lejos para los de Burgos) nos lleva unas cuantas horas de viaje. Lo asumimos
como parte necesaria para cumplir con nuestras ilusiones. No puede ser de otra
manera.
La
primera apreciación que tenemos cuando llegamos a Viadós (1.760 mts) es que la
nieve se encuentra bastante alta. La temporada ya está muy avanzada (estamos en
Mayo). Mañana nos veremos obligados a tener que portear los esquís durante un
buen rato.
Para
pasar la noche no hacemos uso del refugio. Ni siquiera montamos la tienda que
hemos traído. Al caer la tarde la temperatura es primaveral y decidimos
vivaquear en el pequeño bosque de pinos que hay junto a la pista unos 200 metros antes del
refugio. No obstante comprobaremos que de madrugada el termómetro ha bajado
hasta los 2 grados positivos. La noche ha sido fresquita pero con los cálidos
sacos de “duvet” ni lo hemos notado.
A
las 6hs de la mañana ya empieza a clarear y una hora después, a las 7hs, con
los esquís sobre la mochila ya estamos sobre la senda de las granjas de Viadós.
Cruzamos el río Cinqueta de Añes Cruces sirviéndonos de una pasarela de madera
y luego seguimos ascendiendo entre pradera y bosque hasta llegar a las primeras
lenguas de nieve y posterior continuidad de este preciado elemento.
Nos
ha llevado algo más de una hora de porteo hasta que ya por fin podemos calzar
los esquís. La nieve a primeras horas está dura y progresamos mejor tras
colocar las cuchillas. No habíamos visto a nadie y nos hacía suponer que
estaríamos solos haciendo la ruta. Pero la gente madruga. Por lo menos serán
unas 30 las personas que como pequeños puntos se mueven por las interminables pendientes
que alcanzan hasta el collado previo a la arista cimera de Posets. Pensábamos
que habíamos madrugado suficiente, pero
no. Seguramente cerraremos el grupo de los numerosos montañeros que en esta
fecha hemos decidido ascender al Posets.
La
orientación Oeste de estas laderas impide que las dé el sol a primeras horas de
la mañana. En cierto modo, aunque tengamosque ir abrigados, agradecemos ir avanzando bajo la sombra, pues cuando más
adelante el sol ha cogido altura, también se apodera de toda la montaña y el calor resulta agoviante.
En la transición de sombra a sol hacemos una breve parada en la que además de aligerarnos
de ropa, reponemos energías y también nos hidratamos.
Vamos
cogiendo altura por las pendientes un tanto monótonas e interminables de esta
ascensión. Cuando llego al collado (3.225 mts) allí está Carlos esperando. Poco
después se nos une Elías. Varios esquiadores ya están disfrutando del descenso.
Otros regresan por la arista cimera. Para seguir hacia la cumbre tenemos que
desprendernos de los esquís que dejamos clavados en la nieve. Los recuperaremos
cuando regresemos. Colocamos crampones y sacamos los piolets. La arista, de
unos 100 metros
de desnivel, presenta un terreno mixto de nieve y roca. Es muy estrecha con
caída vertical hacia ambas vertientes. Afortunadamente hay muy buena huella de
la gente que nos ha precedido.
Alcanzamos
la cima del Posets (3.369 mts) y nos sentimos felices. Estamos casi solos. Disfrutamos
de la cumbre observando las extraordinarias panorámicas aunque algo de nube nos
impide verlo todo con mayor nitidez. Identificamos numerosos 3miles: Maladetas,
Aneto, Perdiguero, Monte Perdido, Vignemale, Balaitous… Y muchas, muchas más
cumbres. El Pirineo es grandioso. La temperatura pese a la altitud es muy
buena. No hace nada de viento. Podemos estar en mangas de camisa. Un montañero
nos saca la testimonial de la cumbre. Gracias!.
Hemos
llegado al Posets habiendo empleado 6 horas y media salvando los nada
despreciables 1.600
metros de desnivel. Ha sido duro. Ahora toca bajarlos. El
descenso por supuesto será más cómodo. Primero eso sí, el destrepe de la arista
con mucho cuidado. Y luego ya… con los esquís descenderemos rápido. Recuperamos
los esquís en el collado al mismo tiempo que otros montañeros algo rezagados.
Con
los primeros giros notamos que la nieve está en magníficas condiciones para
esquiar. Realizamos numerosas paradas intentando que el descenso no resulte
demasiado corto. Si bajamos rápido se
acaba pronto. Queremos disfrutar y saborearlo. Compartimos sensaciones. También
hay que recuperar la tensión muscular y el cansancio acumulado. Miramos hacia
arriba viendo cómo el collado, la arista cimera y la cumbre de Posets van
quedando más alejados. Observamos las largas palas que aún nos quedan para seguir esquiando casi hasta el fondo del valle de Cinqueta de Añes Cruces. Qué
maravilla. Conforme vamos acercándonos al bosque también va cambiando la calidad de la nieve. Transformada,
bastante pesada, más incómoda. Los metros finales sobre la nieve se bajan como buenamente se
puede hasta que ya decidimos recoger los esquís para seguir con ellos sobre la
mochila. Es un paseo de ninguna manera desagradable hasta el refugio, pisando
sobre praderas, cruzando el Cinqueta por la pasarela de madera, y continuando
por la senda que nos lleva a pasar junto al refugio y pocos metros más llegando
al coche.
Ha
resultado ser una ruta satisfactoria y con esa idea volveremos para casa.
Nuevamente largo viaje de regreso pero que, vuelvo a repetir, lo consideramos
necesario para hacer lo que más nos gusta. No tenemos mejor opción para conseguir
la ascensión al Posets. Hasta la próxima!
..
A continuación una muy limitada muestra fotográfica recuperada
de mis archivos. Algo testimonial.
Panorámica hacia el Posets desde las inmediaciones del
refugio de Viadós.
Seguramente me debió dar mucha pereza sacar la cámara durante toda la actividad, pues no tengo
ninguna toma de la ascensión hasta que llegamos al collado y
arista cimera del Posets.
Con mucho cuidado progresamos sobre la afilada arista con caída
vertical hacia ambas vertientes.
Javier y Elías posan para el fotógrafo que no era otro que “Gorbi”.
El trío: Javier, Elías y Juan Carlos “Gorbi” en la cima de
Posets.
Volvemos al collado haciendo malabarismos con mucho cuidado sobre
la delicada arista.
Como si el descenso hubiera sido un “visto – no visto”, ya
estamos abajo sobre la pasarela del Cinqueta de Añes Cruces.
Puedo lamentarme, y sí que lamento
mucho no haber tomado más fotos durante la ascensión y descenso de este grandioso monte
Posets.
Pero también pienso que lo más importante fué la ascensión en sí que realizamos y lo satisfechos que quedamos por conseguir el objetivo que nos habíamos propuesto.
Pero también pienso que lo más importante fué la ascensión en sí que realizamos y lo satisfechos que quedamos por conseguir el objetivo que nos habíamos propuesto.