Ruta realizada en fecha 12 de Noviembre de 2.013
Itinerario:
Pradoluengo…… Refugio La Pasada – El Nacedero –
Remendía – Mojón Alto – Cabeza Aguilez – Mojón Alto – El Acebal – Refugio
La Pasada.
Por el hayedo del Nacedero. (Pradoluengo)
Ubicación de la ruta.
Elías y Javier.
El punto de partida para la ruta de hoy le tenemos junto al refugio y área
recreativa La Pasada
(1.055mts) ubicado en la confluencia de los valles que forman los arroyos del
Acebal y de Oropesa. Se accede a este lugar siguiendo la pista que sale de la población de Pradoluengo hacia el Sur, tras un desplazamiento de dos kilómetros.
Tomamos
el camino que remonta el valle del arroyo Oropesa (el mapa también le denomina
Pradoluengo) y siguiendo las marcas del bien señalizado PR BU-59 que discurre
entre el entretenido bosque de pinos y hayedo llegamos hasta el denominado
“Nacedero del Oropesa” (1.358mts). A partir de este punto ya no existe camino
alguno pero sí las marcas blancas y amarillas del PR que entre el mismo bosque continuando
en dirección Sur, siguiéndolas nos llevan a remontar la ladera. Llega
un momento en el que estas marcas tienden a descender dirigiéndose hacia el
Oeste, suponemos que en itinerario hacia la fuente de Berrungaña y Cruz de
Guirlando, por lo que decidimos ignorarlas ya que nuestra intención es de seguir
remontando hacia la cota Remendía.
Así
pues, no siendo obstáculo para nosotros la ascensión entre el hayedo, vamos
ganando altura hasta pasar el límite del bosque y coincidir con el cortafuegos
abierto sobre el lomo que desciende de Remendía hacia Las Rasadas y Cruz de
Guirlando.
El
día que hemos escogido para la ruta no ha salido nada radiante. Progresando
entre el bosque que ya acabamos de dejar atrás, más bien parecía que llovía
dada la cantidad de humedad de ambiente motivado por la niebla. El suelo
también está cargado de mucha humedad con lo que el calzado y los bajos de los
pantalones los tenemos totalmente empapados. En cuanto a visibilidad, una vez
hemos cogido altura la niebla no nos permite distinguir más allá de 100/150
metros. Pero a pesar de ello no disminuye el ánimo para continuar en nuestro
propósito hasta ascender primeramente la cota de Remendía (1.838mts) que ya se
encuentra bastante próxima.
Tenemos
suficientemente reconocida la
Sierra y aunque en estos momentos carezcamos de visibilidad,
una vez alcanzado Remendía tampoco será
problema continuar por el cordal hacia Cabeza Aguilez. Para llegar a este
objetivo pasamos por Mojón Alto (1.878mts), luego el collado de Aizola
(1.856mts) y finalmente logramos situarnos sobre el punto culminante de la
ruta, la cota de Cabeza Aguilez (2.033mts).
En
condiciones normales nos entretendríamos un ratillo disfrutando de la cumbre
como ya hemos hecho en otras muchas ocasiones. Hacia el Oeste se encuentran el
pico San Millán y Trigazas mientras que hacia el Este entre otras muchas
elevaciones tendríamos que divisar las cumbres de Otero y San Lorenzo. Pero no.
Hoy la niebla no nos permite ver absolutamente nada. También es intenso el
fuerte viento sobre la cima. Sería difícil explicar y dar a entender el porqué
nos hemos empeñado en alargar la ruta llegando hasta aquí dadas las condiciones
ambientales de escasa visibilidad, cuando lo más razonable parece que hubiera sido dar vuelta atrás
desde Remendía. Pero conociendo estas montañas no teníamos ningún problema de
orientación y el hecho de subir una vez más a Cabeza Aguilez tenía para
nosotros suficiente motivación que no queríamos desestimar.
Conseguido
el objetivo propuesto nos volvemos por donde hemos venido de regreso a
Remendía. Situados sobre el collado previo a Remendía donde confluyen cortafuegos y otros caminos evitamos
la subida de nuevo a esta cota y seguimos por el camino que hacia el Este nos conduce
en dirección a Cerro Estrecho. Sin alcanzar tampoco esta nueva cota nos
desviamos hacia el Norte descendiendo por el cortafuegos que nos lleva a
enlazar con el camino del Acebal que ya no abandonaremos hasta finalizar en La Pasada.
A pesar de la niebla disfrutamos de este largo tramo de buen camino resultando sumamente agradable, primero entre bosque de pinos y luego hayedo en el que se intercalan numerosos ejemplares de acebo y serbales con la gama de colorido que nos ofrece la época otoñal en la que estamos. Una bonita manera de completar el recorrido de hoy, que pese a no haber gozado de óptimas condiciones ambientales nos quedamos con lo positivo que nos ha ofrecido la ruta de la que terminamos suficientemente satisfechos.
A pesar de la niebla disfrutamos de este largo tramo de buen camino resultando sumamente agradable, primero entre bosque de pinos y luego hayedo en el que se intercalan numerosos ejemplares de acebo y serbales con la gama de colorido que nos ofrece la época otoñal en la que estamos. Una bonita manera de completar el recorrido de hoy, que pese a no haber gozado de óptimas condiciones ambientales nos quedamos con lo positivo que nos ha ofrecido la ruta de la que terminamos suficientemente satisfechos.
Tiempo total que hemos dedicado a
la ruta: 6 horas 20’
Desnivel acumulado de ascenso,
unos 1.100 metros.
Distancia recorrida: unos 18,150
kms.
Climatología: Cielo cubierto.
Espesa niebla en altura, Viento en el cordal. Mucha humedad. Temperatura fresca.
Otras entradas en este blog con referencia a Cabeza Aguilez:
Reportaje gráfico de la ruta:
Iniciamos la ruta en el área recreativa La Pasada, a la que hemos
accedido por la pista que sale de Pradoluengo siguiendo el curso del valle del
arroyo Pradoluengo.
Elías se entretiene observando la placa con referencias a la
industria textil existente en el valle en tiempos pasados.
Cuando llevamos caminando cerca de 30’, la ruta se desvía hacia la
izquierda con un ligero descenso hasta la base del torrente.
Nos sorprende junto al camino este conjunto con figuritas
que forman el típico “Belén” navideño. Parece que se mantiene en estado
“permanente” en ambiente natural sin importar la época en la que estemos.
La perra “Deva” que hoy nos acompaña, aunque en todo momento
mantenga la lengua fuera está sumamente feliz con el paseo.
En algo más de una hora desde inicio de la ruta llegamos al
“Nacedero del Oropesa” cuyo manantial se agradecerá aún más en época de
calor, que hoy no es el caso.
Pero llega un momento en el que las marcas siguen una
trayectoria distinta a nuestras intenciones. Por ello dejamos de seguirlas y
continuamos la ascensión sin mayor problema salvo la fuerte inclinación que presenta la
ladera.
Salimos del bosque y atravesamos una estrecha franja de
matorral donde se ha fijado la humedad de la niebla. No llueve pero quedamos empapados de
agua.
Entre la niebla dejamos atrás Remendía y continuamos por el
mismo cortafuegos siguiendo el cordal que nos llevará hasta Cabeza Aguilez.
Seguir por el cordal no resulta demasiado complicado pese a
que la niebla nos impida ver más allá de 100 mts.
Foto testimonial en Cabeza Aguilez que refleja en parte las
condiciones un tanto adversas. A la nula visibilidad hay que añadir el fuerte viento y
el frío que soportamos.
Al no poder disfrutar como es el caso en la mayoría de las
ascensiones, no nos entretenemos y regresamos por donde hemos venido.
En el collado previo a Remendía confluyen cortafuegos y
varios caminos. Descartamos nueva subida a esta cota y tomamos el camino que
deriva a la derecha en dirección a Cerro Estrecho para luego descender por el
“Acebal”.
Hemos llegado a la confluencia del cortafuegos que baja de
Remendía por el que seguimos unos metros y antes de Cerro Estrecho tomamos el
desvío también de cortafuegos que desciende hacia Tocaldía.
Aquí dejamos el cortafuegos de bajada y seguimos por el
camino de la derecha que nos introduce en el monte del Acebal.
Setas al pié del camino.
Setas al pié del camino.
Aunque persista la niebla, llegamos a disfrutar en este camino por el bosque de hayedo en el que también proliferan numerosos ejemplares de acebo y serbales.
Ya vemos abajo el valle de Pradoluengo con el área recreativa y refugio La Pasada donde hemos
comenzado la ruta y ahora la vamos a concluir.
La localidad de Pradoluengo se ha distinguido por diversas
industrias familiares de hilatura y concretamente en este valle del río
Pradoluengo se pueden ver algunos edificios como el de la imagen y la placa con leyenda alusiva a esta industria.
La estación otoñal en la que nos encontramos le confiere a nuestros bosques un encanto especial que permite disfrutar de paseos como el que nos relatas, aunque las condiciones climatológicas no sean las más propicias.
ResponderEliminarEl simple hecho de avanzar sobre el manto de hojas y entre las tortuosas ramas de las hayas salpicadas de vivas tonalidades de los frutos de acebos y serbales, es un lujo para los sentidos; aún la niebla, confiere un toque añadido de incertidumbre al entorno aunque no permita sacar las fotos con los coloridos que uno quisiera, pero... no van a ser todo rutas de sol radiante, ¿no?
Recorrido bien aprovechado, Javier... porque seguramente hoy mismo, los colores del otoño se estén tornando blancos.
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Estamos de acuerdo, Juan Miguel y Tere. El otoño es una estación muy singular y algo ya hemos aprovechado con algunas rutas en las que hemos disfrutado de las tonalidades de colores y ambientes espectaculares. Incluso días como este que no invitaban a salir al monte, a nosotros no nos faltó entusiasmo para aprovecharle en el ámbito que tanto nos apasiona.
EliminarPor lo que estamos viendo ahora mismo, parece que de aquí en adelante ya empezaremos a convinar colores con el blanco de la nieve. Bienvenida sea la nieve a la montaña y a ver si también conseguimos sacarla buen partido.
Un abrazo,
Javier
Hola Javier, espectaculares vistas de la estación Otoñal,hemos estado esta finde en Cazorla y he disfrutado como un niño con el paisaje.Cuantas fotos no sabias donde acudir para poder fotografiar
ResponderEliminarnunca había visto estos paisajes.Saludos.
Me alegro Juan Carlos de tu paseo por Cazorla disfrutando de los bonitos paisajes otoñales. Te deseo que revivas muchos años esta estación con lo que nos ofrece por los bosques. Como te ha gustado tanto, seguro que repetirás experiencia.
EliminarUn saludo,
Javier