Ruta realizada en fecha 22 Febrero de 2.012
La ruta comienza en lo alto del Portillo de Lunada (1.316mts). Sigue dirección Norte bordeando la Mota (extremo occidental del Picón del Fraile) por su costado Oeste hasta alcanzar el collado de Bustalveinte (1.433mts) y posteriormente la cercana montaña del Veinte (1.507mts). Descenso esquiando por las laderas de orientación Este hasta llegar al Valle (1.056mts) antes del Monte Llusias. A continuación la ruta remonta hacia el Oeste para alcanzar la montaña Pizarras (1.474mts). De nuevo descenso esquiando hasta el punto anterior del Valle (1.056mts) desde donde se regresa remontando hasta el collado Bustalveinte (1.433mts). Se desciende esquiando por una amplia canal que inicia en este collado llegando a la carretera de Lunada en la vertiente cántabra (1.250mts) desde donde ya con las pieles de foca se asciende por el lecho de la carretera hasta el puerto de Lunada (1.316mts) donde habíamos iniciado la ruta.
El Picón del Fraile cuyos farallones descuelgan en vertical hacia
el valle por el que nos movemos.
Ubicación de la ruta.
Chus, Ana, Raúl y Javier.
Miércoles, 22 de Febrero. Aprovechando las muy buenas
condiciones tanto de nieve como climatológicas, para la ruta de hoy hemos
puesto el “ojo” hacia el entorno de Lunada donde los muy buenos amigos Chus y Ana
nos van a guiar por unos parajes excepcionales. Para ello tenemos la suerte de poder llegar con el
coche hasta lo alto del portillo de Lunada (1.316mts) ya que la carretera entre
trinchera de nieve está transitable en la vertiente burgalesa. No sería posible
acceder al puerto por la vertiente cántabra ya que por ahí la carretera está
totalmente llena de nieve. Así que dejando el coche aparcado en lo alto del
puerto iniciamos la ruta dirección Norte bordeando la Mota (extremo occidental del
Picón del Fraile) por su costado Oeste hasta alcanzar el collado de Bustalveinte.
Para bordear la Mota
a primera hora de la mañana cuando el sol todavía no ha calentado la superficie
de la nieve, es conveniente y necesario colocar crampones y en lo posible no
mirar hacia abajo pues impresiona la caída de considerable inclinación hacia el
“Resbaladero” por donde desciende
vertiginosa la carretera de Lunada al valle del río Miera en la vertiente
cántabra. Superado este trámite nos encontramos mucho más tranquilos cuando ya
estamos sobre el collado de Bustalveinte (1.433mts) donde podemos volver a colocarnos
los esquís. Ahora sí logramos admirar con más tranquilidad la espectacularidad de las montañas que nos
rodean. Hemos dejado atrás, hacia el Sur, los montes de Valnera con los picos
Castrovalnera y Pico de la Miel. Hacia
el Oeste alcanzamos a ver Picos de Europa y las montañas palentinas del entorno
de Peña Prieta. Al Sur es la montaña del Picón del Fraile con sus
espectaculares estribaciones y farallones que descuelgan hacia el Norte al Parque Natural de los
Collados del Ason. Es este el entorno hacia el que nuestros amigos nos van a
guiar a continuación. Primero, desde el collado y siguiendo dirección Norte
vamos a ascender la cercana montaña del Veinte (1.507mts) que alcanzamos fácilmente
y con los esquís puestos. Desde esta montaña y ahora en dirección Este disfrutamos
de un primer descenso sensacional por unas pendientes suaves y con nieve en excelentes
condiciones llegando hasta el Valle (1.056mts), antes de Monte Llusias, tras
haber esquiado 450 metros
de desnivel. Es el momento de detenernos un rato para tomar un bocado y
disfrutar de las buenas sensaciones que nos ofrece la tranquilidad del entorno.
Reanudamos la marcha ahora con las pieles de foca para remontar hacia la
montaña Pizarras que la tenemos hacia el Oeste. La ascensión es suave y
tranquila, nada exigente, que sin detener el ritmo de subida da opción a poder mantener
conversación entre nosotros. En estas condiciones seguimos disfrutando de la
buena ruta y en menos de hora y media que se nos pasa rápida nos encontramos en
la segunda cumbre de la jornada, la montaña Pizarras (1.474mts). De nuevo un
descenso esquiando también de gran disfrute por las suaves pendientes que anteriormente
hemos ascendido, hasta situarnos nuevamente en el punto desde el que hemos
partido en el anterior descanso en el Valle (1.056mts). Una nueva parada en
este mismo lugar y vuelta a colocar las pieles de foca para ascender de regreso
hacia el collado Bustalveinte (1.433mts) por el que pasábamos a primera hora y
al que llegamos tras casi hora y media de suave subida. Desde el collado
tenemos dos alternativas para llegar hasta el coche en el puerto de Lunada.
Descartamos la ruta que habíamos seguido en la subida a primera hora donde
tuvimos que calzarnos los crampones para atravesar la ladera que nos imponía
por su fuerte inclinación y por los cortados escarpados por debajo ella. Es seguro que a
estas horas de la tarde el sol ya habrá incidido favorablemente sobre la nieve de esa pendiente
y podríamos pasarla deslizándonos con los esquís sin el estrés de primera hora.
Pero podemos elegir una segunda opción más satisfactoria para todos y que nos lleva a descender
por una canal amplia y mucho más cómoda que desde el mismo collado va a dar a la carretera del puerto
de Lunada en la vertiente cántabra. Así lo hacemos y esquiamos los 200 metros de desnivel
hasta la carretera que en la actualidad se encuentra totalmente tapada con buen montón de nieve. Ya desde aquí
solo quedaría la distancia de un kilómetro subiendo por el lecho de la
carretera hasta lo alto del puerto. Pero la canal que acabamos de descender no
termina en la carretera. Tiene continuidad hasta el valle y tras observar esa
superficie continua de nieve nos tienta a Raúl y a mí con la posibilidad de
aprovechar algo más el descenso esquiable. Chus y Ana ya se han dado por
satisfechos con lo realizado hasta ahora y remontan la carretera. Nos
despedimos y nosotros dos seguimos enlazando giros de esquí y tras cruzar
una vez más la carretera terminamos este adicional descenso donde el plano
señala “Poza del Terreiro” (995 mts). Otros 150 metros de descenso
que sumamos y que nos acabamos de regalar. Ahora queda lo peor pero que ya lo
teníamos asumido. Remontar hasta el puerto los aproximadamente 300 metros de desnivel.
Son las 6 y 10’
de la tarde y es seguro que no llegaremos arriba con luz natural. Vuelta a
colocar las pieles de foca y vamos ya para arriba. Seguimos algunos tramos por
la carretera y en algún momento también nos motivamos a ascender por las
pendientes intentando atajar de esta manera los largos desplazamientos del curso
de la carretera. Ya ha bajado el sol que ha desaparecido detrás de las montañas
pero todavía disponemos de bastantes minutos adicionales de la claridad que
sigue reflejando la superficie de la nieve. El lecho de la carretera no es
plano. Los ventisqueros han amontonado la nieve formando trinchera entre la
parte de la pared y el borde de la misma con un perfil incómodo por el que
avanzar. Esto hace que deslicemos por continuos toboganes llegando finalmente a la posición en la que se encuentra el coche ya de
noche cerrada. Son las 8 menos cuarto de este bien aprovechado 22 de febrero.
Tiempo total dedicado a la ruta: 9 horas, 20’
Desnivel acumulado de subida: unos 1.550 metros
Climatología: Día extraordinario de sol, totalmente
despejado. Buena temperatura en general, con aire fresco en las cotas
superiores y calor en las zonas protegidas.
(En color rojo los tramos de subida - En color azul los tramos de bajada).
Ahora veamos la muestra gráfica de la ruta…
(También puede verse video-montaje con fotos pinchando en este enlace.)
Estamos saliendo desde lo alto del puerto de Lunada. Ha trabajado la máquina para limpiar la carretera en la vertiente burgalesa hasta la divisoria, pero no hay continuidad por la vertiente cántabra. Así que en teoría, actualmente y hasta que no metan máquina la otra administración vecina, la carretera termina en este punto.
Vamos en dirección al collado de Bustalveinte flanqueando
las laderas que descuelgan de la
Mota, (extremo occidental del Picón del Fraile). A primera
hora de la mañana la nieve está muy dura y viendo el “patio” que tenemos hacia
la izquierda enseguida nos colocamos los crampones para pasar este tramo con
mayor seguridad.
Da miedo mirar hacia abajo donde está el valle del río Miera
ahí al fondo. Menudo patio!.
Raúl me retrata poco antes de alcanzar el collado.
Nos relajamos cuando después de haber dejado atrás la delicada travesía llegamos al collado de Bustalveinte.
Y ya podemos colocarnos de nuevo los esquís. Detrás queda la
ladera brillante que desciende de la
Mota.
Composición panorámica con el Castro Valnera montaña más
destacada a la izquierda. Abajo el valle del río Miera.
Estamos subiendo hacia la montaña del Veinte que tenemos ahí
enfrente.
Mientras subimos Raúl nos hace este par de tomas espectaculares desde
la parte superior de la montaña..
Ya hemos alcanzado la cumbre y Ana sonríe al fotógrafo
(Raúl).
Ana, Chus y Raúl posando en la cumbre del Veinte. Detrás el
Picón del Fraile y los farallones de su vertiente Norte que descuelgan hacia el valle.
Y desde la cumbre del Veinte vamos a disfrutar de un
extraordinario descenso sobre una nieve en magníficas condiciones.
Seguiremos descendiendo hasta sobrepasar la franja de bosque que
vemos abajo en el valle.
Paramos de esquiar en esta zona donde descansaremos un
ratillo. También colocamos las pieles de foca para hacer otra subida, ahora
hacia la montaña Pizarras.
Atrás queda el Picón del Fraile.
Atravesamos un corto tramo de bosque.
Y no perdemos de vista en todo el día el característico
Picón del Fraile donde desde hace varios años hay unas instalaciones militares
de control aéreo.
Las suaves lomas ofrecen una cómoda subida pudiendo mantener
amigables conversaciones entre los amigos.
Ya nos encontramos a punto de alcanzar la cota de la montaña
Pizarras.
Una testimonial de los cuatro amigos en la montaña Pizarras.
Raúl, Ana, Chus y Javier.
Composición panorámica con las montañas del Picón del Fraile
y Castro Valnera.
El Castro Valnera que se nos viene encima con el zoom.
Mirando hacia las montañas Palentinas.
El mar también le tenemos próximo con la ciudad de Santander.
Desde la montaña Pizarras esquiamos hacia el Valle, hasta el mismo punto de donde
hemos comenzado esta última subida.
Volvemos a pasar por el bosque que habíamos cruzado hace un
rato cuando subíamos.
Y otra vez estamos en el Valle donde hemos de colocarnos las
pieles de foca para regresar al collado de Bustalveinte.
En la suave y cómoda subida, Chus, Raúl y Ana.
Cerca ya del collado mientras vemos a la derecha la montaña del
Veinte que hemos ascendido a primera hora.
Dejando a nuestras espaldas la montaña del Veinte progresamos por esta
arista hacia el collado.
El collado de Bustalveinte que hemos pasado a primera hora.
A la izquierda el Picón del fraile. Enfrente la ladera por la que hemos pasado
también esta mañana. Pero ahora no vamos a regresar por ella. Descenderemos por
unas palas de buena nieve que desde el collado descuelgan hacia la derecha y por las que llegaremos a la carretera de Lunada a un
kilómetro del puerto.
Mirando hacia arriba la pala de nieve que estamos descendiendo.
Cuando llegamos a la carretera, la opción más correcta es colocarnos de
nuevo las pieles de foca y remontar el kilómetro que queda hasta el puerto.
A Raúl y a mí nos apetece seguir esquiando hasta el fondo
del valle. Luego ya remontaremos aunque seguro que se nos echará la noche. No
pasa nada.
Nos hemos despedido de los amigos Chus y Ana que suben hacia el puerto y nosotros dos esquiamos otros 150 metros de desnivel más por esta formidable pala de nieve. No
queremos perder esta oportunidad.
Luego claro. Toca remontar… Vamos en busca del trazado de la
carretera con la idea de subir por ella. Son las 6 y cuarto de la tarde.
Uf... Ya estamos sobre el trazado de la carretera. Va a ser muy
largo el desplazamiento hasta el puerto… Son las 6, 35’ de la tarde.
Raúl me saca esta foto sobre el ventisquero de la carretera.
Recuerde… Que pueden caer piedras sobre la carretera. Raúl con
buen humor pese a que el sol se nos va a esconder enseguida…
Dejamos la carretera y probamos de atajar las curvas de su trazado ascendiendo por las
pendientes. Nos toca “pelear” con la
fuerte pendiente y comprobamos que esta opción de no seguir la carretera nos está entreteniendo más de lo deseado. Son las 7 menos cuarto de la tarde.
Ya estamos de nuevo en la carretera deslizándonos dentro de
la larga trinchera que se ha formado por las ventiscas todo a lo largo de la misma carretera.
Cada vez está todo más oscuro… Son las 7 y veinticinco de la
tarde.
Yo creo que no son caras de asustados. Más bien de
satisfacción al haber completando de esta manera una ruta tan extraordinaria. Son las 8
menos cuarto de la tarde de este 22 de febrero.
Hola Javi, ya veo que aunque el invierno haya llegado tarde, sabeis aprovecharlo al máximo.
ResponderEliminarSaludos a todos los participantes.
Gorbi.
que bueno Javi, menudo 10+1 que nos curramos.
ResponderEliminarUff que nieve.
así son las Dolomitas....
Bueno Javier, cada crónica nos sorprendes más con los parajes elegidos y las maratónicas rutas que sois capaces de completar, y eso que ahora todavía tenemos pocas horas de luz.
ResponderEliminarTodas las fotos tienen su aquel pero, la del último descenso cuando os separáis los cuatro, tiene 'vida en sí misma'.
Un saludo desde Pucela.
Que envidia Linch!!!!!!!
ResponderEliminarAunque la última foto... te vas a transformar en algo y te vas a comer a tu amigo??
Me han encantado las fotos, enhorabuena!!
Hola, amigos todos los que os pasáis por aquí viendo el testimonio y dejando vuestros saludos.
ResponderEliminarGorbi, Que es que hay que entrenar y no descuidarse, porque cuando me lleves a esas selectivas no quisiera que me tengas que esperar demasiado en las reuniones...
Raúl, Me satisfizo mucho que también tú te animases a ese último descenso de la tarde aunque luego se nos hiciera de noche. Emocionante. A que sí???. Pero el descubrimiento de esta ruta con los amigos Chus y Ana fué sensacional. Para no olvidar!. Muchas gracias a ellos!.
Ojolince y Sra. Ya veis que no paramos. Nos ha llegado tarde la nieve y ahora la hemos pillado a deseo. Queremos aprovechar todo lo que se pueda, Aunque si lo contasen otros (Chus y Ana), no sé qué diríamos todos. Vaya par de monstruos de la nieve que son!.
Vic, Gracias por pasarte por aquí para ver en las fotos a Linch (Raúl para nosotros) haciendo de las suyas. Buen compañero que es en la nieve y supongo que en vuestro terreno (piraguas???) no será menos.
Saludos a todos,
Javier
Viva Creek¡¡¡, Viva La Deman, Viva la Cordi, Viva La LU....Viva El Piri para más "haylante" cuando haya "hueco"
ResponderEliminarGracias por tu Blog Javi
1 abrazo
Raúl
Bonitas fotos y bien aprovechado el dia. de sol a sol Javi como a ti te gusta!. Se ve que lo cogeis con ganas. Me alegro que lo pasarais bien. Un saludo.
ResponderEliminarkike
Gracias, Raúl por este nuevo comentario con el enaltecimiento a todas las montañas de nieve. Esque te estás "llenando" de tanto esquiar en poco tiempo. El Pirineo... dices que puede esperar. A ver si pronto le hacemos una visita. Que se lo merece y algunos ya lo deseamos. (Sin desmerecer a todo lo que tenemos por aquí más cerca).
ResponderEliminarKike. Ya nos conoces. Montaña a tope si las condiciones se prestan a ello. Y en este día ese era el caso. Nos vemos en el siguiente capítulo a punto de editarse...
Saludos a los dos,
Javier