Saliendo desde el puerto de Panderrueda (1.463m) la ruta desciende ligeramente para seguir el valle del nacimiento del río Cares. Remonta el valle natural hasta alcanzar el pico Gildar (2.078m).
No completamos la ruta debido al mal tiempo y falta de nieve.
Chus, Ana y Claudio de Cantabria. Rodri y Ange de Guadalajara y Toledo. Javier de Asturias. Raúl, Natalia y Javier (yo mismo) de Burgos.
.
Panderrueda. Carretera que une Riaño con Cangas de Onís por el puerto de Pontón. De sus inmediaciones sale enlace hacia el Este que llega hasta Posada de Valdeón. Puerto de Panderrueda km. 4,5.
.
La previsión meteorológica que hemos estado siguiendo parecía que nos permitiría un aceptable paseo por la sierra de Cebolleda en el parque Regional de los Picos de Europa, al Norte de la provincia de León. A las 10 de la mañana ya estábamos en el puerto de Panderrueda (1463m) los 9 amigos dispuestos a intentarlo. Sin embargo la nubosidad cubría toda la montaña. Pero con las buenas ganas que todos traíamos nos animamos a iniciar la ruta. Falta nieve en el puerto y también por donde alcanzamos a ver hacia donde se desarrollará la actividad. Cargamos con los esquís sobre las mochilas. Descendemos por la pista hasta el puente del Cares. Nos engaña un tramo de unos 700 metros con nieve por el que nos deslizamos con los esquís. Hay que quitarlos de nuevo para volverlos a colocar cuando nos situamos junto al puente. Seguimos con ellos convencidos de que ya dispondríamos de continuidad de nieve entre el bosque. Pero ni por esas. Se suceden tramos de corros de nieve y suelo de hojarasca por donde no pasa nada si seguimos pisando sobre ella sin dañar las pieles de foca. Cruzamos arroyos. Quitamos, ponemos, quitamos, volvemos a poner los esquís y así sucesivamente sin que la situación mejore. La nubosidad no se conforma en quedarse tal cual y desprende humedad, fina lluvia que nos va calando. Pero nosotros impertérritos seguimos para arriba sin que los inconvenientes nos hagan renunciar, de momento. Llegamos hasta la cabaña del valle. En ella nos refugiamos un largo rato. Intentamos ponernos de acuerdo sobre si vale la pena continuar a pesar de las malas condiciones o si darnos por vencidos visto el desalentador panorama. Hay división de voluntades. Un grupo decide seguir hacia arriba. Otros lo dejaremos para mejor ocasión. Los que pese a todo se animan a seguir, llegan hasta las proximidades del pico Gildar dándose por satisfechos poco antes de alcanzar la cumbre. Los que sin más nos volvemos hacia abajo, poco, muy poco podemos deslizarnos con los esquís. Gran parte del desplazamiento hasta el punto de partida lo hacemos con los esquís sobre las mochilas soportando al mismo tiempo la humedad y la llovizna. El grupo más aventurero llegará más tarde con mayor humedad sobre las vestimentas. Mal día para hacer esquí de travesía. Lluvia. Falta de nieve... Prometemos volver en otra ocasión pero que sea con mayores garantías de éxito.
Plano con el recorrido previsto.
Cartografía y referencias tomados del servicio IGN.
A continuación sigue el recuerdo testimonial de esta jornada.
.
En el Puerto de Panderrueda. Dispuestos a iniciar la marcha con mejores ánimos de los que nos ofrece el ambiente.
Cargando con los esquís confiamos que pronto dispondremos de continuidad de nieve.
A los 15 minutos nos las prometemos felices…
Y nos deslizamos por la poca nieve que aún queda sobre la pista que desciende hacia el valle alto del Cares.
Poco nos dura la esperanzadora alegría. De nuevo cargamos con los esquís.
El valle por donde tenemos que continuar la ruta tampoco es que nos ofrezca mucho entusiasmo.
Llegamos hasta el puente sobre el Cares. De nuevo podemos colocarnos los esquís.
Pero que no. Que hoy no es un día para poder ir con los esquís como se debiera.
Cruzar arroyos. Falta de nieve. Portear esquís. Nubosidad. Niebla. Llovizna. Se acumulan muchos ingredientes negativos para lo que esperábamos debiera ser una menos que agradable jornada de montaña.
Y a dónde quiere llegar este entusiasta grupo de montañeros ¿.?
Chus tiene serias dudas…
Continuamos un poco más, a ver…
Es que luego tendremos que volver. Y si pensábamos bajar esquiando… Por aquí un poco mal!.
El grupo parece que se amotina…Le cuesta reaccionar...
Pues nada!. Ya que estamos aquí, vamos a seguir un poquito más. Parece que por ahí arriba hay un poco más de nieve…
Ana nos hace un alarde de demostración con su puente de esquís.
Siguen las dudas. Apesadumbrados...
Indecisos…
Llegamos a la cabaña. Nos cobijamos dentro de ella y seguimos dilucidando sobre la decisión a tomar.
No es que sea muy cómodo y espacioso este alojamiento. Pero al menos aquí no nos mojamos mientras tomamos un “tente-en-pié”. Camarerooo!!!
Aparecen en la foto: Ana, Chus, Raúl, detrás con casco negro es Ange, Javier (de Asturias) está detrás de Claudio, Natalia y Rodri. Yo me resisto y no salgo en la foto.
Ya está tomada la decisión!. Una parte del grupo ha decidido continuar un poquito más hacia arriba. Hasta que se les agote la paciencia que aún les queda.
Y otros nos hemos dado ya por vencidos dejando el pico Gildar para otra mejor ocasión…
Muy poquitos y cortos tramos son los que se pueden aprovechar para deslizarnos con los esquís. Cargamos con ellos durante gran parte del recorrido de vuelta.
.
.
El grupo de amigos que había seguido hacia arriba se dio la vuelta a muy poca distancia de coronar el pico Gildar. Y eso sí. Terminaron bastante más mojados que los que renunciamos antes que ellos. Pero al parecer, el sentido general de todos no es de gran desánimo. Otra vez más y esperemos que mejor.