jueves, 31 de octubre de 2013

192 – Torocuervo desde Eterna.



Ruta realizada en fecha 27 de Octubre de 2.013

Itinerario:
Eterna (pueblo) – Pradilla (Alto de Pradilla) – Collado de Iguareña – Torocuervo – Collado de Iguareña – Alto de Corcusa – Pradilla (Alto de Pradilla) – Eterna.


                        Los protagonistas de la ruta en la cumbre de Torocuervo (1.933mts).


                                      Ubicación de la ruta.


Elías y Javier.

            La ruta de hoy va a ser una improvisación después de acercarnos al pueblo de Eterna, a donde accedemos una vez pasado Belorado en la N-120 y tomar el desvío que hacia el Sur pasa por las localidades de Fresneña y San Cristóbal del Monte para terminar en el mencionado Eterna (1.110mts) donde finaliza el asfalto.
            Sobre la marcha iremos decidiendo recorrido y objetivo después de haber comenzado a caminar pasadas las 10 de la mañana (teniendo en cuenta el cambio de horario de final de Octubre). En clara dirección Sur seguimos por un camino en principio ancho que a los pocos minutos se convierte en estrecha senda. Entre la vegetación existente podemos contemplar ejemplares de enebro y numerosos acebos destacando la vistosidad de éstos últimos especialmente cuando alcanzamos el Portillo de Larrea (1.240mts) y los más despejados campos de la Dehesa. Es desde esta posición cuando se nos abre un amplio horizonte teniendo bien a la vista el cordal de la Sierra de la Demanda. Fijamos nuestra mirada especialmente en la montaña Torocuervo que bien podría ser un interesante objetivo. Se encuentra bastante lejos pero pensamos que sería asequible. Nos moveremos en esa dirección.
            En las dehesas antes de llegar al Alto de Pradilla divisamos un numeroso rebaño de ovejas que se encuentran apaciblemente pastando. El mastín que las protege se aproxima hacia nosotros obligándonos a modificar nuestra trayectoria. Para evitar el encuentro con el fiero guardián que sigue acosándonos a cierta distancia, realizamos algunos rodeos salvando suaves vaguadas hasta llegar a Pradilla (1.188mts) en cuyo entorno contemplamos la ermita de San Esteban.
            Tras cruzar y dejando a nuestra espalda la carretera BU-811 (Pradoluengo – Ezcaray) continuamos dirección Sur por el camino que recorre la ladera Oeste del cordal que desciende del Torocuervo hasta Pradilla. Con vistas al valle del río Tirón y el pueblo de Fresneda de la Sierra Tirón que quedan a la derecha de nuestra marcha vamos librando las cabeceras de los barrancos del Agua Sal, de Gutia y posteriormente de Montelacelda  De esta manera en suave pero largo desplazamiento alcanzamos el collado de Iguareña (1.398mts) donde se encuentra un refugio de cazadores.
            Estando sobre el collado ya no tenemos escusa para animarnos a continuar la ascensión a Torocuervo. Bien es cierto que la subida de los 535 mts de desnivel desde el collado, además de exigente no va a resultar muy amena pues el itinerario no es otro que un monótono cortafuegos que se abre paso por el lomo, separando y dejando a uno y otro lado las masas boscosas de pino hasta prácticamente la cima de Torocuervo. Se suceden tramos de acentuada pendiente y breves trechos de menor inclinación. Pero nos saldremos con la nuestra a base de esfuerzo y voluntad. Poco a poco vamos ganando metros a la pendiente tomando de vez en cuando cortos respiros de recuperación sin llegar a perder de vista en todo momento el collado y refugio por el que hemos pasado momentos antes. También nos fijamos en los valles contiguos, teniendo a la derecha de nuestra marcha los de Montelacelda y Montelaszarras que confluyen en el principal del río Tirón, mientras que a la izquierda es el del río Ciloria que desciende hacia los pueblos Valgañón y Ezcaray.
            Desaparece la vegetación, los pinos quedan atrás y finalmente pisamos la cumbre de Torocuervo (1.933mts) que se halla sobre una aglomeración de pedregal. Situados junto al buzón y placa de cumbre se nos ofrecen amplias panorámicas identificando buena parte de montañas de la Sierra de la Demanda, entre las que destacan las cumbres de San Lorenzo, Campos Blancos, Otero, Cabeza Aguilez, San Millán, Trigaza… Bien, bien. El cielo está algo brumoso y no se definen muy claramente las panorámicas hacia el horizonte. No obstante sí que logramos identificar en la lejanía las siluetas del monte Gorbea y del Anboto así como de la Sierra de Aizkorri por donde nos movíamos 7 días antes.
            Agotado el tiempo del merecido y necesario descanso, emprendemos la bajada hacia el collado de Iguareña por el mismo cortafuegos de subida. Luego queremos variar un poco el itinerario conocido y nos armamos de valor para ascender algo más de 100 mts extra siguiendo la línea del mismo cortafuegos que nos sitúa en el Alto de Corcusa (1.514 mts). Con esto ya descendemos hacia Pradilla previo paso por el collado de los Cargadores (1.317mts).
            Tomamos el camino hacia Eterna y de nuevo nos topamos con los guardianes de los rebaños. Ahora son 4 los mastines que vienen a nuestro encuentro, algunos de ellos cachorros aprendiendo de sus progenitores las eficaces maneras de atemorizar a los intrusos sin amilanarse ante nuestras amenazas ni lanzamiento de alguna que otra piedra. Solo cesan su acoso después de poner tierra por medio estando ya un tanto alejados de los rebaños que protegen. Todavía pasamos junto a otro de los guardianes, agazapado en este caso entre el matorral. Nos quedamos sorprendidos de que ahora el animal ni se inmuta ante nuestra cercana presencia.
            El camino por el que vamos de regreso, ya casi a las puertas de Eterna nos lleva a pasar por un atractivo hayedo cuya travesía resulta amena. Una bonita manera de finalizar la ruta de hoy de la que quedamos altamente satisfechos sobre todo después de que como decía al principio ha sido el resultado de una acertada improvisación.   

Tiempo total que hemos dedicado a la ruta: 7 horas 20’
Desnivel acumulado de ascenso, unos  1.150 metros.
Kilómetros recorridos: unos 22 kms.
Climatología: Cielo con nubosidad parcial. Buena temperatura.
           


                                          Plano y referencias tomados del servicio IGN.


A continuación la muestra gráfica de la ruta,


Hemos salido del pueblo Eterna sin una idea muy clara sobre la ruta que podríamos desarrollar. De momento tomamos este camino para ir decidiendo sobre la marcha.

Seguimos la senda hacia la cabecera de esta vaguada y luego ya veremos.

Entre la vegetación existente contemplamos numerosos ejemplares de enebros y acebos como el bosque de la foto.



Nos situamos sobre el Portillo de Larrea desde donde podemos divisar una amplia extensión de terreno alcanzando a ver buena parte de la Sierra de la Demanda.

El pico Torocuervo que acerco con el zoom bien podría ser el objetivo del día.

Sorteando varias vaguadas tenemos que llegar a las proximidades del Alto de Pradilla.

Sobre los pastos de Pradilla.

Ermita de San Esteban en Pradilla.

Tras cruzar la carretera Pradoluengo-Ezcaray tomamos este camino que recorre la ladera Oeste del cordal que desciende de Torocuervo.

Vemos a nuestra derecha el pueblo Fresneda de la Sierra Tirón.

Valles y barrancos hacia el Oeste.

Buen camino que se abre paso entre el bosque de pinos.

En el collado de Iguareña vemos este refugio de cazadores.

Desde el collado continuamos por el cortafuegos que salvando un desnivel de 535 metros llega hasta la cumbre de Torocuervo.

Abajo queda el refugio de cazadores y collado de Iguareña al que hemos accedido por la parte izquierda del Alto de Corcusa que vemos en el centro de la foto. A la vuelta ascenderemos también esta elevación por la línea del cortafuegos.

La progresión por el largo cortafuegos además de exigente es monótona y poco atractiva. Pero bueno. Es lo que tenemos.




Tras una hora y 10’ de subida por el cortafuegos desde el collado, por fin llegamos a la cumbre de Torocuervo.


Foto testimonial en Torocuervo: Elías, Javier y la perra “Loba”.

Panorámicas desde Torocuervo. Hacia el Este vemos el pico San Lorenzo.

Mirando hacia el Sur vemos Campos Blancos y Otero.

Hacia el Oeste San Millán, Cabeza Aguilez, Trigazas y Remendía, con entremezcladas masas de bosque de pinos y de hayedo.


Hacia el Norte, por ahí escondido estará Eterna donde tenemos que volver.

Dejamos Torocuervo y regresamos por el mismo cortafuegos de subida hasta el collado de Iguareña.

Después del collado de Iguareña seguimos por el cortafuegos para regalarnos con la subida al Alto de Corcusa.

Buzón y placa del Alto de Corcusa.

Hacia el Este vemos el pueblo Valgañón.


Después de pasar Pradilla, para llegar a Eterna seguimos un itinerario ligeramente distinto al de primera hora.

Volvemos la mirada hacia atrás donde ya bastante alejado queda Torocuervo.

Separamos manualmente este rústico cercado que después de pasar volveremos a colocarlo en su misma posición.

Ya cerca de Eterna el camino pasa por el bosque de hayedo.




Me acerco hasta el promontorio en el que se encuentran los restos del edificio que fue parroquia de Eterna.

Aquí vemos la aislada torre del reloj y algunas de las pocas casas de Eterna.



Y esto es lo que ha dado de sí la improvisada excursión.

miércoles, 23 de octubre de 2013

191 – Aizkorri. (Sierra de Aizkorri)



Ruta realizada en fecha 20 de Octubre de 2.013

Itinerario:
Otzaurte (Puerto Etxezurletako)………..
Aldaola – túnel y ermita de San Adrián – Aizkorri –  Aketegi – Aiztzuri - Arbelaitz – Campas de Urbia – Ollantzu – Azkiola - túnel y ermita de San Adrián – Aldaola.

                                                La sierra de Aizkorri vista desde las campas de Urbia.



Ubicación de la ruta.

Enrique Arnáiz, Elías y Javier.

            Hoy visitamos las montañas de Euskadi y para ello, tomando la carretera GI 2637 de Alsasua a Zegama, en el puerto Etxezurletako (Otzaurte) nos unimos a Enrique Arnáiz, quien por tener su residencia en Vitoria es un buen conocedor de las numerosas montañas que tiene muy a su alcance en este territorio.
            Desde Otzaurte tomamos una pista de hormigón por la que circulamos algo más de 4 kms. hasta el entorno de Aldaola (850 mts) donde ya dejamos el coche para comenzar la ruta que nos tiene preparada nuestro particular guía.
            En pocos minutos llegamos al curioso túnel natural de San Adrián (paso de Lizarrate) – (1.008mts), que en un corto recorrido atraviesa la montaña para situarnos en la vertiente Oeste de la misma. Este túnel tiene su historia, con vestigios de la calzada medieval como vía de comunicación entre Guipúzcoa y Alava. En su interior, a lo largo del tiempo ha habido diferentes construcciones que proporcionaban diversos servicios. Actualmente prevalece la ermita de San Adrián.
            Pasado el túnel continuamos unos metros por el camino principal que lleva a las campas de Urbia. Nosotros le abandonamos enseguida para seguir por la senda señalizada que entre precioso bosque de hayedo asciende hacia la línea de cumbres de la sierra de Aizkorri. Se suceden atractivos entornos con lo que la ascensión resulta muy amena y entretenida. Dejando atrás la masa boscosa, la senda continúa abriéndose paso entre la roca con pasajes también variados y entretenidos.
            De esta manera se nos hace corta la subida cruzándonos en nuestra marcha con numerosos excursionistas y deportistas. La montaña de Aizkorri es muy popular y al no ofrecer dificultad reseñable es un buen objetivo montañero. En nuestro caso, por las muchas montañas que llevamos ascendidas en otros macizos, ahora nos sorprende encontrar casi en la misma cumbre de Aizkorri (1.523mts) un refugio de montaña y una ermita. Junto a ésta última, una balaustrada que protege de los vertiginosos cortados sirve de extraordinario mirador hacia el valle que recorre el incipiente río Oria el cual, tras pasar por las cercanas localidades de Zegama, Beasain, Ordizia, más adelante Tolosa, Andoaín y Lasarte, desemboca en la ría de Orio. Enrique nos ayuda a identificar todas las montañas que se alcanzan a ver desde esta balconada y nos anima a otro posterior encuentro por la zona. Lo tendremos en cuenta.
            El punto más relevante de esta montaña, se encuentra al lado unos metros por encima de las mencionadas construcciones. Aunque no es la cima más elevada (1.528mts), sí es la cumbre más popular y todo el macizo lleva su nombre, Aizkorri (Aitzgorri). Compartimos cumbre con numeroso público, todos disfrutando del momento, descansando, tomando el bocadillo y queriendo plasmar las instantáneas recordatorias con sus cámaras junto a la gran cruz de hierro y el particular buzón de cumbre con forma de hacha. A duras penas consigo yo mi propósito de tomar también la testimonial intentando que no aparezcamos mezclados entre los demás montañeros. Una vez tomadas las deseadas fotografías abandonamos el lugar con el propósito de seguir recorriendo el cordal hasta la cota de Arbelaitz.
            Todo el cordal que tenemos de frente luce de una atractiva belleza de roca caliza. Tal como lo vemos se presenta abrupto, con perfiladas crestas. Sin embargo, una frecuentada senda facilita el desplazamiento bien sobre la misma roca o cuando corresponde, algunos cortos tramos pisando sobre hierba. Sucesivamente conseguiremos encumbrar las renombradas elevaciones del cordal que tenemos al paso. Con nuestro buen ánimo nos situamos en la que según la placa de su buzón señala que estamos sobre el Aketegi (Aketegui) de 1.549 mts de altitud. Continuamos cresteando y muy próximo a Aketegi nos situamos sobre el Aiztzuri (Aitxuri) cuya cota de 1.551mts sí es la más elevada de toda la sierra de Aizkorri. Disfrutamos sobremanera recorriendo estos agrestes perfiles a la vez que contemplamos  los valles y poblaciones de su vertiente Este, mientras que hacia el Oeste nos llama la atención las amplias campas herbosas de Lanbita y Urbia protegidas por extensiones de hayedo. Una gozada de paisaje y colorido.
            Aunque Enrique ya ha realizado en numerosas ocasiones este recorrido, hoy también lo disfruta de manera muy especial conduciéndonos a Elías y a mí. En algunas de las conversaciones que mantenemos, recordamos de cuando hace ya muchos años compartíamos rutas por Pirineos, Picos de Europa, Sierra de la Demanda, Urbión… Por circunstancias de la vida habíamos dejado de coincidir en la montaña. Y hoy ha sido el momento de juntarnos y disfrutar en común de nuestra afición, nada menos que en una de las montañas más emblemáticas del País Vasco.
            Acometemos la subida a la última cota que nos habíamos propuesto de este cresterío. Se trata del esbelto Arbelaitz (1.506mts) donde volvemos a detenernos para disfrutar de su cumbre. Le manifiesto a Enrique lo mucho que me ha sorprendido esta cadena montañosa de Aizkorri. Estoy encantado de haberme decidido por fin a visitarla. Con las mismas vuelve a animarnos a repetir futuros encuentros ofreciéndose a enseñarnos interesantes rutas. Algo ya conocemos por nuestra cuenta además de lo que hoy estamos recorriendo. En nuestro historial hemos posado sobre Gorbea, Anboto, y más recientemente, como se puede ver en este blog, también tenemos visitados Beriain (San Donato) e Irumugarrieta (Aralar). Pero para nosotros todavía hay mucho por descubrir.  
            El descenso le hacemos hacia las campas de Urbia. Sin seguir ningún tipo de senda, por este terreno de afilada roca caliza no se baja cómodamente ni mucho menos. Hay que descender despacio mirando muy bien dónde apoyar los pies para evitar malas pisadas. Preferiblemente vamos buscando algunos pasillos de hierba que se abren entre las rocas facilitándonos la bajada. Dejando atrás la parte rocosa ya pisamos sobre cómodo y mullido praderío dirigiendo nuestros pasos hacia el collado Gorostiarán que da acceso al santuario de Arantzazu. Cerca del collado se encuentra la ermita de Urbia y el refugio-restaurante muy concurrido a estas horas de nuestro acceso.
            Nos servimos de la fuente que hay junto al restaurante y sin llegar al mencionado collado cambiamos de dirección siguiendo por el camino que nos llevará de nuevo al túnel de San Adrián que pasábamos a primera hora. Este nuevo tramo de cómodo recorrido resulta también muy agradecido. Primero sobre prados desde donde podemos contemplar el largo cresterío de Aizkorri por el que cabalgábamos momentos antes. Dejando atrás los caseríos de Ollantzu y alguna otra chabola, el camino coincidente con el GR-121.4 se introduce entre el vistoso bosque de hayedo con la hoja cambiando al color típico del otoño. Antes de llegar a San Adrián ya pisamos sobre la bien definida calzada medieval que nos conduce al paso del túnel. Llegando a él, el tramo final hasta el coche es lo que ya habíamos andado a primera hora terminando de esta manera el interesante y variado recorrido del que quedamos altamente satisfechos.


Tiempo total que hemos dedicado a la ruta: 7 horas
Desnivel acumulado de ascenso, unos  900 metros teniendo en cuenta los metros acumulados en el cresterío y en el suave recorrido de regreso.
Kilómetros recorridos: unos 15 kms.
Climatología: Cielo con nubes y claros. Buena temperatura. En el cresterío fuerte viento que obligaba a abrigarse.

           

                                                           Plano y referencias tomados del servicio IGN.



Ahora veamos la muestra gráfica de la ruta,

Siguiendo la pista  cementada que parte del puerto de Ortzaurte dejamos el coche después de 4 kms en el entorno de Aldaola. El camino nos lleva hacia el túnel de San Adrián.

Pasamos junto a esta construcción donde podemos proveernos de agua en la fuente aledaña.

Al fondo ya divisamos la boca del túnel de San Adrián que atraviesa la montaña.

Cruzaremos el corto túnel natural por donde también transcurre la calzada medieval.

Este túnel tiene su historia, con vestigios de la calzada medieval como vía de comunicación entre Guipúzcoa y Alava. En su interior, a lo largo del tiempo ha habido diferentes construcciones que proporcionaban diversos servicios. Actualmente prevalece la ermita de San Adrián.

Después del túnel seguimos unos metros por el camino que va hacia las campas de Urbia. Por él regresaremos en este recorrido circular. Ahora enseguida dejamos este camino tomando el desvío a la derecha que remonta por el hayedo hacia la montaña.



El desplazamiento entre el hayedo resulta entretenido y ameno. De esta manera la subida se hace más disimulada.


Superamos la masa forestal y la senda continúa abriéndose paso por la roca.

Mirando hacia atrás con el bosque de hayedo. Enrique nos señala lo que perfectamente reconoce en el horizonte. La montaña de enfrente es la Peña Aratz (1.445mts).

Seguimos la senda que no ofrece ninguna duda. Remonta esta fuerte pendiente y cuando nos situemos en la parte superior ya veremos Aizkorri.

La verdad que estos parajes son encantadores. Estamos disfrutando de la excursión y seguiremos sorprendiéndonos.


Ya estamos arriba de la pendiente y nos detenemos a observar el entorno. Tenemos a la vista la cumbre más visitada de la sierra de Aizkorri.

Acerco con un poco de zoom viendo las construcciones casi en la misma cima. Un refugio de montaña y una ermita. Pocos metros por encima es la cumbre principal de Aizkorri.


Enrique a la puerta del refugio de montaña. Elías se acerca a la ermita.

Interior de la ermita del Santo Cristo.

La barandilla protege de los cortados que cuelgan en la vertiente Este de Aizkorri. Observamos el bonito paisaje hacia los valles próximos a Zegama. Al fondo seguimos viendo la Peña Aratz.

Aquí vemos Zegama y su entorno.

Pocos metros más arriba de las construcciones se encuentra la cima más relevante de Aizkorri, aunque no la cota más elevada de esta sierra.

Por partes, la foto testimonial sobre la cumbre de Aizkorri.
A la izquierda Enrique con Elías.  Derecha, Javier y nuevamente Elías.
La perra Deva en esta ocasión es la afortunada que nos está acompañando.

Dejamos la cumbre para seguir la senda que recorre el cordal de la sierra.

Pretendemos hacer el cresterío con subida a algunas cotas de la sierra de Aizkorri.

Con bonitas vistas hacia las campas y bosques hacia el Este de la sierra.

A la derecha dejamos sin subir la cota Aitzabal.

Volviendo la vista atrás tenemos esta bonita estampa con Aitzabal y Aizkorri.


Ascendemos hacia el Aketegi.


Buzón de cumbre y placa de Aketegi.

A continuación, la próxima cota que vamos a ascender es el Aiztzuri muy cercano al Aketegi.

Curioso buzón con la placa de Aiztzuri.

Nos retratamos sobre el Aiztzuri. Enrique, Elías y Javier.

Atentos a las observaciones que nos hace Enrique. A la izquierda, vertiente Oeste donde vemos las campas de Urbia por donde pasaremos tras el descenso. De momento vamos a continuar por el cordal hasta Arbelaitz.

A la derecha, bosques y valles en la vertiente Este.


Arbelaitz detrás de la cota sin identificar.

Qué bonitas las campas de Urbia en esta vista aérea.

Seguimos adelante hacia Arbelaitz.



Encumbrando la cota sin identificar previa a Arbelaitz.

Pasajes entretenidos sobre la cresta un tanto aérea.


Metros finales al Arbelaitz.

Vistas hacia atrás. Aiztzuri el más elevado.
  
Valles y bosques en la vertiente Este.

Buzón en la cumbre de Arbelaitz.

Testimonial en Arbelaitz.

Hacia el Sur el cordal de cumbres que venimos recorriendo.

Hacia el Norte todavía sigue la sierra de Aizkorri pero ya no continuaremos por ahí.

Descendemos hacia las campas de Urbia.

Como se ve, el terreno no resulta cómodo para bajar. Hay que tantear dónde colocar los pies para evitar problemas.

Esto ya es otra cosa. Nos dirigimos al refugio-restaurante que se encuentra entre el arbolado. Luego seguiremos por la línea de puntos de regreso al túnel de San Adrian.


El entorno del restaurante de Urbia se halla muy concurrido.

Preciosa estampa de la sierra de Aizkorri por donde deambulábamos momentos antes.


Qué paseo tan delicioso sobre la hierba de las campas de Urbia.

Es curiosa la hilera de jitos clavados en el terreno.


Cabañas de Ollantzu.

Seguimos mirando hacia el cresterío de Aizkorri.


El camino ahora se introduce entre el hayedo.



En este claro del bosque aprovechamos para dirigir otra mirada a la sierra de Aizkorri.

Resulta muy agradable este paseo de regreso.

Trazado de la calzada medieval que pasa por el túnel de San Adrián.

Entrando a la boca del túnel natural de San Adrián.



Y a la otra parte del túnel, el valle y entorno de Aldaola desde donde hemos iniciado la ruta y ahora la completamos.